Como venezolano que cree que saldremos de esta crisis no me preocupa el presente transitorio, sino nuestro futuro como nación. Me preocupa si habremos aprendido la lección, si cuando todo esto pase estaremos preparados para afrontar los sacrificios propios de la reconstrucción, si tendremos la paciencia que implica levantar de las ruinas un país completamente destruido, si seremos lo suficientemente maduros para entender quiénes fueron los verdaderos responsables de este desastre, si superaremos la nostalgia de una bonanza que no fue más que el espejismo de una Venezuela que nunca existió, si seremos más humildes, más solidarios, más empáticos con los demás.
Todo seguiría igual si nosotros después de vivir esta tragedia nos seguimos comportando de la misma manera. No dudo que haya gente capacitada para ofrecer sus talentos para la reconstrucción, pero después de este proceso arrasador quizás lo técnico no sea tan sustancial como lo humano. Hablo de cómo nos definiremos los venezolanos en adelante, porque definitivamente no podemos seguir siendo los mismos; si eso pasa en cuestión de años estaríamos volviendo atrás y personalmente creo que nadie, absolutamente nadie querría vivir dos veces esta pesadilla.
Debemos recuperar el valor de la palabra, el valor del trabajo, la honestidad, enseñarle a cada generación de venezolanos que crece y se forma no que somos el mejor país del mundo y el más rico, sino que los países salen adelante y tienen bienestar cuando su gente se esfuerza. Acabar con ese síndrome de “Paris Hilton” que nos hace pensar como herederos de una riqueza que no existe, porque así como un plasma en un rancho sin agua y cloacas no es progreso, una nación con inmensas reservas de petróleo pero sin valores y educación no es riqueza.
Ver la realidad argentina hoy me inquieta, ser testigo de cómo los que causaron el incendio se presentan ahora como bomberos y mucha gente los aplaude es preocupante. Las transiciones son extremadamente dolorosas, demandan ajustes y sacrificios y si no estaríamos dispuestos a vivirlos, no hemos aprendido nada. Tenemos que prepararnos, porque si no cambiamos nosotros, tengamos por seguro que nada cambiará.
@Brianfincheltub