“Find three hobbies you love: one to make you money, one to keep you in shape, and one to be creative”
Tres artistas paraguayos cantaban, cuando yo era adolescente, una estrofa que contenía tres grandes verdades. La estrofa iba directa a la cuestión: “Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor / y el que tenga esas tres cosas / que le dé gracias a Dios”. A quienes considerábamos adultos les parecía gracioso repetirnos esa cantinela cada vez que nos veían preocupados. Ellos sabían más que nosotros. Habían pasado por cosas que no éramos capaces de imaginar. Estaba claro que habían vivido. El caso es que trataban de imitar sin éxito la melodía y las voces de Los Tres Sudamericanos, de moda por entonces. No entendimos el mensaje de aquellas líneas tal vez por ser demasiado jóvenes.
Los Tres Sudamericanos
Con el paso del tiempo los amigos nos encontramos debatiendo sobre la letra de la canción. En un momento nos obligamos a elegir una de las tres cosas como prioritaria e indispensable en la vida. Unos defendimos el amor como valor principal. El amor por encima de cualquier cosa. Nosotros éramos los idealistas. Otros, más prácticos, postularon que todo tenía un precio. Para ellos el dinero era lo primero. Todos nos olvidamos de la salud. Con dieciséis años nadie piensa en la salud ni se cuida demasiado. A esa edad uno lo que quiere es comerse el mundo a bocados.
El tiempo ha pasado y sigo siendo un idealista. Salgo a la selva de cables y letras como un cazador solitario. Estoy al acecho a cualquier hora… Veo una pieza y me acerco sin hacer ruido. Durante un instante la observo. Inmóvil. Maravillado. Decido que quiero tenerla en mi colección. Levanto el rifle, apunto sereno al objetivo y disparo ¡Pum!
Otro pensamiento más, otros versos nuevos para mi biblioteca: “Encuentra tres aficiones que amas: una que te dé dinero, otra que te mantenga en forma y otra para ser creativo”.