Edmundo González Urrutia junto al presidente de Argentina, Javier Milei, saludan a la multitud de venezolanos congregados frente a la Casa Rosada / Captura de pantalla
“La soberanía reside en el pueblo, y cuando él la deposita en un individuo, este individuo no adquiere el derecho de desposeerse de ella y de transferirla, sin el consentimiento del pueblo”(Francisco de Miranda expresándose a través del segundo ejemplar de su periódico El Colombiano, impreso en su casa de Londres, entre los meses de marzo y mayo de 1810).
La historia de la sociedad mundial, mediante la prensa libre, recogió por los siglos de los siglos, amén, lo que ha quedado grabado para la posteridad como fecha imborrable para nuestra nación venezolana: el 22 de octubre de 2023.
Cuando se está dando inicio a la actual fase culminante, en una nueva gesta de liberación de Venezuela, la consecuente victoria del 28 de julio de 2024 es más que oportuno recordarla como derivada de tal consulta primaria al pueblo aquel 22 de octubre de 2023.
En escogencia abierta a la postulación de nombres, dentro de la sociedad democrática, en aquellas elecciones primarias del 22 de octubre de 2023 se asumió que quien ganase lideraría con su candidatura la lucha para el regreso pacífico a la libertad, y a la democracia, en Venezuela. ¡Y así se está cumpliendo!
Con la contundente elección de María Corina Machado dimos el primer paso, al avanzar, indeteniblemente, con un abrumador resultado superior al 90% de los votos para la líder. Esa fue la primera y más importante clave al inicio de lo inevitable. Resuelta esa decisión de quién asumiría el liderazgo, desde entonces ha sido el sortear todo tipo de represiones y obstáculos puestos por la criminal tiranía, que le impidió a María Corina directamente contarse contra el cobarde títere Maduro y el par entre sus principales adláteres: Diosdado Cabello Rondón y Jorge Rodríguez Gómez; cómplices para el seguimiento y control de dos áreas estratégicas fundamentales: a) la política-militar y b) la política-electoral.
Llegamos así al río crecido en que se les convirtió Maria Corina, que con no sólo depositar en Corina Yoris su confianza para representar su opción anticonstitucionalmente impedida, la cual también se bloqueó, pudo fluir y bordear ese segundo obstáculo que le atravesaban, con la negación a aceptar la alternativa de la candidatura decente de Corina Yoris. Con inusitado apoyo a María Corina por parte del pueblo venezolano para desposeerse en una segunda y esta vez inscrita candidatura se produjo su eficaz transferencia de su candidatura a la de “Edmundo pa´ todo el mundo”. Surtía así un providencial y mágico efecto de capacidad de María Corina para liderar con ejemplar eficacia la política dicha transferencia de votos a Edmundo González en recorridos imparables por las calles de Venezuela. Ante lo inevitable de su derrota, otros que procuraban su logro personal antes que la prioritaria libertad de Venezuela no hicieron otra cosa mejor que retirarse la contienda.
Asumir el reto de derrotar sus trampas, previstas para hacer el fraude y darse por ganadores en unas elecciones constitucionalmente previstas para el segundo semestre de cada año. El siguiente disfraz de la tiranía en 2024 fue apresurarse a convocar lo más pronto posible las elecciones, donde el narco-régimen para fijar e inflar la significación del 28 de julio destacaba el detalle de fijar la fecha de dichas elecciones tal domingo 28 de julio por el aniversario del nacimiento del supuesto líder eterno, su farsante y leal nunca y traidor siempre de Hugo Chávez Frías, “el Golpista”.
Creían tener controlada, como de costumbre, la elección presidencial mediatizando desde la propia escogencia de los candidatos opositores entre los esquiroles cómplices del régimen genocida. Usaron todas sus marramucias, desde financiar a falsos candidatos, al jalabolismo de la fecha del nacimiento del traidor Hugo Chávez, con el día 28 de julio, que marcó la sepultura final de ese errante cadáver que es hoy chavismo.
La tarea, y más que nunca desde entonces, ha sido enaltecer nuestra auténtica identidad patriótica. Por ejemplo el 24 de julio, como fecha nacional a recordar imperecederamente, celebramos el nacimiento de nuestro gigante Simón Bolívar, el Libertador, promoviendo más que nunca la unidad y la organización de la movilización electoral popular y cívica del pueblo para la defensa del voto que, cuatro días después tendría lugar en Venezuela, el 28 de julio. Ahora ese día podrá ser recordado como el día que el pueblo venezolano sepultó la ignominia y la burla de un chavismo traidor al pueblo, creyente en su verdadera fe cristiana y alejar los espantos y aparecidos con que con canterías y budú pretendieron suplantar la verdadera identidad libertaria y de orgulloso de un pueblo que escogió a la unidad de la familia venezolana, de valores y principios democráticos y solidarios auténticos. El Comando con Vzla interpretó correctamente el desafío, y aplicó la acción de “los comanditos” a lo largo y ancho de la patria venezolana. Para ello la unidad ciudadana debía ser cívica, militar y democrática.
Como lo hizo Francisco de Miranda, contra aquella decadente diplomacia española del siglo XIX, la enfrentó divulgando lo inevitable con su periódico El Colombiano. Nosotros, gracias a El Nacional, lo hacemos en el aquí y el ahora. Hemos puesto en evidencia la diminuta figura de su Chávez tiranozuelo. Un despreciable y entreguista aventurero a la Cuba del fidelísimo traidor y hambreador a su propio pueblo. Con su diplomacia de burócratas bien alimentados, y de aprovechados cómplices mundiales, han arruinado no sólo a su país, al que han despreciado y prostituido por las dádivas del excomunismo ruso, ahora plagado de mafias crematísticas, y de los teóricos del comunismo europeo. Ya todo está claramente demostradoante la historia universal.
catedrainternacionallibertad@
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