Martine Moise, viuda del presidente haitiano Jovenel Moise, asesinado en su casa por un comando armado a principios de julio, describió sin rodeos el ataque y expresó sus sospechas sobre el crimen en una entrevista con The New York Times.
«Lo único que vi antes de que lo mataran fueron sus botas», recordó sobre los asesinos Moise, quien resultó herida en el ataque.
La primera dama explicó que se despertó la noche del 7 de julio anterior al escuchar los disparos y lo primero que hizo fue esconder a sus dos hijos en un baño antes de acostarse en el suelo por consejo de su esposo.
«Creo que ahí es donde estarás a salvo», le dijo entonces Jovenel Moise. Tras ser herida por una ráfaga, permaneció acostada, señaló al diario.
«En ese momento sentí que me estaba ahogando por la sangre en la boca y que no podía respirar», describió.
Luego, los miembros del comando registraron la habitación. Los escuchó hablar en español entre ellos y con alguien al teléfono. «Buscaban algo y lo encontraron», afirmó a The New York Times.
Ella sobrevivió al ataque y tuvo que ser evacuada en avión para recibir tratamiento en Florida, donde conversó con el diario. Regresó hace dos semanas a su país para los funerales de su marido.
Martine se pregunta qué pasó en esos momentos con el equipo de 30 a 50 agentes encargados de la seguridad del presidente en la vivienda. «No entiendo cómo nadie fue alcanzado por las balas», afirmó.
Después de los primeros disparos, el presidente llamó a los dos hombres responsables de su seguridad. «Me dijeron que van a venir», le dijo Moise a su esposa después de colgar.
La Policía haitiana arrestó semanas atrás a esos dos funcionarios, así como a una veintena de mercenarios colombianos, y afirma haber sacado a luz un complot organizado por un grupo de haitianos con vínculos en el extranjero, pero en su investigación persisten numerosos puntos oscuros.
Sospecha
Para Martine Moise, las personas citadas por el momento en esta investigación son apenas los ejecutores del atentado del 7 de julio, que ahondó la crisis política en el empobrecido país.
«Solo los oligarcas y el sistema podían matarlo», reconoce.
A The New York Times le dio un nombre: el de un influyente empresario, recién ingresado a la política, Réginald Boulos.
Absteniéndose de acusarlo de haber ordenado el asesinato, cree que él tenía algo que ganar con el magnicidio, señala el diario.
Contactado por The New York Times, Boulos negó las veladas acusaciones de la viuda del presidente con vehemencia y manifestó su apoyo a una investigación internacional independiente.
En el pasado, Moise había dicho que «en un abrir y cerrar de ojos, los mercenarios entraron en mi casa y acribillaron a mi marido (…) sin darle siquiera la oportunidad de decir una sola palabra».
El magnicidio
Moise, asesinado el 7 de julio a sus 53 años de edad por un comando armado en su domicilio personal, en Puerto Príncipe, era originario de una región del norte de Haití.
Antes de llegar a la política en 2017, levantó varios negocios en esa zona, donde era muy querido.
Hizo campaña con promesas populistas, pero mantuvo la retórica incluso después de ser elegido en febrero del 2017.
La extensión de su mandato se convirtió en fuente de enfrentamiento político. Moise mantenía que su gobierno duraba hasta el 7 de febrero del 2022, pero otros afirmaban que terminaba el 7 de febrero del 2021.
El desacuerdo surgió porque Moise fue elegido en una votación anulada por fraude y un año después volvió a ganar las elecciones.
Sin parlamento, la crisis del país se agudizó en el 2020 y llevó a Moise a gobernar por decreto, lo que avivó la desconfianza hacia su persona.
El 23 de julio anterior, luego de varias semanas convulsas, Haití realizó el último homenaje a Jovenel Moise, con una custodiada ceremonia funeraria en una ciudad vecina de donde es originari. Ahí se desataron actos violentos que ilustran la inestabilidad del país.
Los actos solemnes se desarrollaron en la ciudad de Cabo Haitiano, en el Departamento del Norte de Haití.
Después de esto, el país sigue en crisis, aunque se han hecho esfuerzos políticos para sacar adelante al país.
Nuevas elecciones
Haití está plagado de inseguridad y, en particular, de secuestros cometidos para pedir rescate por bandas armadas que gozan de una virtual impunidad.
El presidente Moise, acusado de inacción ante la crisis, se enfrentó a una fuerte desconfianza por parte de gran parte de la población civil, lo que llevó a su movilización constante.
En este contexto, generando temores de un giro hacia la anarquía generalizada, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos y Europa han considerado prioritaria la celebración de elecciones legislativas y presidenciales libres y transparentes, antes de finales del 2021.
De momento, el gobierno estará dirigido por Ariel Henry, quien fue designado por Moise para reemplazar a Claude Joseph pocos días antes de ser asesinado.
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