En una emotiva ceremonia en una playa de Inglaterra con la presencia de 300 veteranos de guerra, jefes de Estado y de gobierno de Reino Unido, Estados Unidos, Francia y otros 13 países iniciaron este miércoles las celebraciones por el 75º aniversario del Desembarco de Normandía.
«La generación de la guerra, la mía, es resistente, y estoy encantada de estar hoy con ustedes en Portsmouth», afirmó la reina Isabel II, de 93 años de edad, y agradeció «el heroísmo, el valor y el sacrificio de quienes perdieron sus vidas» para defender «la causa de la libertad».
El acto se celebró en la misma playa del sur de Inglaterra donde 75 años antes una enormidad de soldados en uniforme esperaba para cruzar el canal de la Mancha con destino a las costas de Normandía, en el norte de Francia, para el desembarco aliado del Día D, el 6 de junio de 1944, clave en la liberación de Europa del nazismo.
De los más de 150.000 soldados que ese día pisaron suelo francés, más de 10.000 murieron, resultaron heridos o desparecieron. Pero 300 de ellos asistieron este miércoles al homenaje, en el que recibieron una calurosa ovación de los mandatarios, incluidos el presidente estadounidense Donald Trump, el francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y jefes de gobierno de Reino Unido, Canadá, Australia, Bélgica, República Checa, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Polonia, Eslovaquia, Dinamarca y Nueva Zelanda.
Sobre un gran escenario y durante más de una hora, se proyectaron imágenes de archivo del desembarco, se leyeron testimonios de los veteranos –»no sé cómo sobreviví», afirmaba uno de ellos–, se homenajeó a las agentes femeninas de las operaciones especiales y se recordaron los temores de que una meteorología adversa frustrara la mayor operación de este tipo en la historia. Trump leyó extractos de la oración que el presidente estadounidense Franklin Roosevelt transmitió por radio aquel día en el que llamó a «liberar a una humanidad que sufre».
El mandatario estadounidense ponía así fin a una visita de Estado de tres días al Reino Unido, durante la cual fue recibido con todos los honores por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, habló de comercio con May, fue blanco de protestas e hizo algunas de sus controvertidas declaraciones.
«Democracia, tolerancia, Estado de Derecho»
Tampoco faltaron los homenajes musicales, desde la banda de la guardia real británica con sus altos sombreros de pelo de oso negro, hasta la coreografía de un rock and roll colectivo al mejor estilo de Hollywood, pasando por «El canto de los partisanos», himno de la resistencia francesa durante la ocupación alemana. Sonó el famoso discurso de 1940 del primer ministro británico Winston Churchill conocido como «Lucharemos en las playas» y su sucesora, Theresa May, leyó una carta del capitán inglés Norman Skinner a su esposa Gladys, hallada en su chaqueta tras su muerte en el desembarco.
También Macron leyó una carta, escrita a sus padres por un joven resistente francés, Henri Fertet, fusilado con 16 años en septiembre de 1943: «Los soldados vienen a buscarme. Estoy deseando que llegue el momento. Mi escritura es tal vez temblorosa, pero es porque utilizo un lápiz pequeño. No temo a la muerte, tengo la conciencia muy tranquila». El acto terminó con un despliegue en el cielo de la Real Fuerza Aérea Británica, que incluyó 25 aparatos entre aviones modernos y los legendarios Spitfire.
Coincidiendo con esta conmemoración, los 16 países presentes en Portsmouth adoptaron una declaración en la que se comprometieron a que «los sacrificios del pasado no hayan sido en vano ni sean jamás olvidados»; reiteraron su compromiso con «la democracia, la tolerancia y el Estado de Derecho», y su apoyo a las organizaciones internacionales que velan por ellos.
Trump y May viajarán el jueves a Francia para continuar las conmemoraciones junto a Macron en Normandía. Pero antes, el presidente estadounidense, que al término de la ceremonia mantuvo un rápido encuentro bilateral con Merkel, debía viajar a Irlanda donde tiene un complejo hotelero dedicado al golf, al que tenía previsto regresar el jueves. Allí se reuniría con el primer ministro Leo Varadkar.