Este miércoles, familiares de los cuatro menores de edad desaparecidos en Guayaquil, Ecuador, se presentaron en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses para entregar datos a fin de verificar si el hallazgo de cuatro cuerpos calcinados corresponden con los adolescentes reportados.
Un familiar explicó que ofrecieron información sobre los rasgos físicos o alguna otra característica de los jóvenes para compararlos.
Billy Navarrete, de la organización de derechos humanos que los apoya, comentó que el personal de Criminalística entrevistó a los familiares. “Si los datos no coinciden, se procederá a un examen de ADN que dura 30 días”, comentó a la agencia EFE.
Cuatro cuerpos calcinados fueron hallados el martes en una zona agreste de Taura, cantón Naranjal, en la provincia de Guayas, en el contexto de las investigaciones.
Denuncias de desaparición forzada
Los cuatro jóvenes desaparecieron después de ser detenidos por un grupo de 16 militares. La jueza Tanya Loor aceptó el martes que la desaparición sea investigada como forzada, bajo responsabilidad del Estado.
La jueza aceptó el recurso de hábeas corpus interpuesto por las familias de los menores. Afirmó que durante la audiencia se presentaron elementos que hacen presumir que los militares que actuaron en el arresto incumplieron los protocolos establecidos.
Loor ordenó una búsqueda nacional de los menores y conformó una comisión independiente para investigar el caso. Por su parte, la Fiscalía formuló cargos contra los 16 militares por el delito de desaparición forzada, por su supuesta participación en los hechos.
La desaparición ocurrió el 8 de diciembre después de una práctica de fútbol al sur de Guayaquil. Los jóvenes están identificados como Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años; y sus amigos Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11).
Hay videos de la detención de los menores desaparecidos en Guayaquil
Videos difundidos en redes sociales muestran cómo militares detienen a los menores cerca de un centro comercial, los suben a fuerza a una camioneta militar y los golpean.
De acuerdo a los primeros reportes, los militares trasladaron a los menores a la base aérea de Taura, ubicada a unos 30 kilómetros de Guayaquil. Este fue el último lugar donde se les vio.
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