La policía israelí detuvo este lunes a un rabino ultraortodoxo sospechoso de haber tenido en «esclavitud» a alrededor de 50 mujeres, además de a sus hijos pequeños, en un complejo residencial de Jerusalén.
Las autoridades policiales no revelaron la identidad del hombre, de alrededor de 60 años de edad, pero aseguraron que permanecerá en prisión preventiva durante los siete próximos días.
Al hombre lo detuvieron en 2015 y quedó en libertad rápidamente por sospechas similares. Sin embargo, nuevos elementos favorecieron su arresto, según un comunicado de la policía.
«A medida que avanzaba la investigación, los investigadores han encontrado en los últimos dos meses (algunas) pruebas que demuestran que el sospechoso controla de manera absoluta la vida de unas 50 personas, que viven en un complejo residencial y que están todas sometidas a su voluntad y aisladas de sus familias», dijo la policía.
Sospechas de «esclavitud» y «acoso»
El hombre es un «rabino» y dirigía una «comunidad cerrada» en «condiciones de esclavitud», precisó otra fuente policial. Se le acusa de «varios crímenes hacia las mujeres y sus hijos», algunos de los cuales tenían menos de cinco años, agregó.
La policía señaló que lo interroga por sospechas de «esclavitud» y «acoso», y que detuvieron a ocho mujeres sospechosas de haber cooperado con el rabino, que se estableció en un barrio ultraortodoxo de Jerusalén.
Las mujeres y sus hijos vivían hacinados en ese complejo residencial que sirve de «seminario» religioso, según las autoridades policiales.
Los policías sospechan, a su vez, que el hombre se quedaba con la «totalidad» de los salarios de las presuntas víctimas. Además, los medios israelíes también informan de posibles abusos sexuales en el caso.
A mediados de noviembre, mujeres ultraortodoxas habían lanzado una amplia campaña para luchar contra la violencia doméstica en esa comunidad. Los casos representan alrededor del 10% de los nueve millones de israelíes, que a menudo viven aislados.