plataformas tecnológicas
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En varios países de la región, las plataformas digitales han tenido un rápido crecimiento en sectores como el transporte, la entrega de comida, el alquiler de alojamientos y el comercio electrónico, generando empleo y ofreciendo nuevos servicios a los consumidores. Sin embargo, también han surgido preocupaciones sobre temas como la seguridad laboral, los impuestos, la competencia y la protección de los usuarios.

En este contexto, algunos gobiernos de Latinoamérica han optado por regular el funcionamiento de estas plataformas, con el objetivo de garantizar la protección de los trabajadores, la seguridad de los usuarios y la competencia justa en los mercados.

Uno de los principales debates que ha surgido en torno a la regulación de las plataformas digitales es la clasificación de los trabajadores. Muchas de estas plataformas se han desarrollado bajo un modelo en el que los trabajadores son considerados como contratistas independientes y no como empleados. Esto ha permitido que estas plataformas reduzcan costos laborales, eviten el pago de beneficios y protecciones laborales, y se liberen de algunas responsabilidades legales.

Sin embargo, esta situación ha generado preocupación en muchos países de la región debido a la falta de protección para los trabajadores y a la creciente precarización del trabajo. Por esta razón, algunos gobiernos han comenzado a tomar medidas para regular esta situación y garantizar que los trabajadores de estas plataformas tengan acceso a protecciones y beneficios laborales similares a los que reciben los trabajadores empleados.

Los trabajadores de plataformas digitales han realizado protestas y huelgas para exigir mejores condiciones laborales y derechos laborales. En Argentina, por ejemplo, recientemente se realizó una huelga nacional de repartidores de Rappi.

Profundizando en las leyes locales

En algunos países, como Argentina y Brasil, se ha avanzado en la creación de marcos legales que reconocen la relación laboral entre los trabajadores y las plataformas digitales. Estos marcos legales establecen ciertos derechos y obligaciones para las plataformas y los trabajadores, y buscan garantizar que los trabajadores reciban un salario justo, estén cubiertos por seguro de accidentes laborales y tengan derecho a licencia por enfermedad y maternidad, entre otros beneficios.

Sin embargo, en otros países, como Colombia, México y Venezuela, la situación es más compleja. En Colombia, por ejemplo, el gobierno ha tratado de regular estas plataformas a través de una serie de decretos y medidas, pero ha enfrentado la resistencia de las empresas y de los trabajadores que temen perder sus ingresos. En México, el gobierno ha propuesto un marco legal que busca establecer la figura de los «colaboradores» para los trabajadores de plataformas digitales, pero este marco legal aún no ha sido aprobado.

Para el caso de Venezuela, en noviembre de 2020, se publicó en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.596 la Ley de Teletrabajo, que regula el trabajo a distancia en general, incluyendo el trabajo en línea y a través de plataformas digitales. Esta ley establece ciertos derechos y obligaciones para los empleadores y los trabajadores que realizan teletrabajo, como el derecho a un horario de trabajo flexible, el derecho a la desconexión digital fuera del horario de trabajo y el derecho a una compensación por los costos de trabajo a distancia.

Otro tema relevante en la regulación de las plataformas digitales es la fiscalidad. Muchas de estas plataformas operan en múltiples países y tienen una gran presencia en la región latinoamericana. Sin embargo, debido a la complejidad de la fiscalidad internacional, muchas de estas empresas han evitado pagar impuestos en los países en los que operan. Esta situación ha generado una gran controversia en la región y ha llevado a muchos países a buscar soluciones para garantizar que estas empresas contribuyan adecuadamente a las finanzas públicas.

En algunos casos, como en Chile y Perú, se ha establecido un impuesto a los servicios digitales que busca gravar los servicios que ofrecen estas plataformas. En otros casos, como en Argentina y Brasil, se ha intentado establecer acuerdos bilaterales para evitar la doble imposición y garantizar que estas empresas paguen impuestos en los países donde operan.

¿Flexibilidad o explotación? El debate sobre los derechos laborales en plataformas tecnológicas

Las opiniones de las personas que trabajan con plataformas digitales pueden variar según su experiencia y el contexto específico en el que operan. Algunos valoran la flexibilidad que ofrecen estas plataformas, ya que les permite adaptar su trabajo a sus horarios y necesidades personales, mientras que otros señalan la falta de protección laboral y los bajos ingresos como desventajas significativas.

«Las plataformas digitales deberían ser más transparentes con nosotros. Necesitamos saber cómo funcionan ese sistema y cómo se toman las decisiones que afectan nuestro trabajo y nuestros ingresos», dice Chrystian Centeno, trabajador de una plataforma de entrega de comida en Colombia.

Además, existen diferencias en las condiciones laborales y de remuneración entre los diferentes tipos de trabajadores que operan en estas plataformas, como los conductores de Uber, los anfitriones de Airbnb y los repartidores de Rappi. Por ejemplo, los conductores de Uber pueden tener mayores ingresos en comparación con los repartidores de Rappi, pero también pueden enfrentar una mayor competencia y una mayor exigencia de mantenimiento del vehículo.

«Las apps son una buena alternativa para ganar dinero, pero tiene sus riesgos. Tú eres tu propio jefe, pero no tienes un salario ni seguro. Además, debes pagar tus gastos de mantenimiento del auto, gasolina y comisiones a la plataforma. A pesar de todo, creo que es mejor que trabajar en una empresa tradicional con un jefe vigilándote», cuenta Jefferson, conductor de una aplicación.

Existe una creciente demanda por parte de los trabajadores de las plataformas digitales en Latinoamérica para contar con una mayor protección laboral, incluyendo beneficios como seguro de salud, protección de la seguridad social y derecho a la negociación colectiva. Sin embargo, la falta de regulación específica en muchos países de la región hace que sea difícil para los trabajadores de las plataformas digitales alcanzar estas demandas.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es necesario establecer marcos legales y regulaciones claras para garantizar que los trabajadores de las plataformas digitales tengan protección laboral adecuada.

La respuesta de las plataformas

Algunas aplicaciones como Uber, Airbnb y Rappi han expresado diferentes puntos de vista sobre la problemática de la regulación y los derechos laborales de sus trabajadores. En general, estas plataformas han defendido la naturaleza flexible y la oportunidad de ingresos que ofrecen a los trabajadores.

En el caso de Uber, la compañía ha declarado que sus conductores son autónomos y que la empresa no es un empleador tradicional, por lo que no se les debe considerar como trabajadores en el sentido tradicional. Uber también ha argumentado que su modelo de negocio ofrece una opción de ingresos flexibles y oportunidades de trabajo a quienes buscan ingresos adicionales.

Por su parte, Airbnb ha señalado que su modelo de negocio fomenta el turismo y la economía local en los destinos turísticos, y que muchos de sus anfitriones son personas que buscan ingresos adicionales. La plataforma ha defendido que sus anfitriones tienen la opción de trabajar de manera flexible y que no se trata de una relación laboral tradicional.

Rappi, por otro lado, ha reconocido la importancia de garantizar los derechos laborales de sus repartidores, y ha implementado medidas como el seguro de salud y la capacitación en seguridad vial para sus trabajadores. Sin embargo, la empresa ha argumentado que la relación con sus repartidores no es de empleo sino de colaboración, y que su modelo de negocio permite a los trabajadores operar de manera autónoma y con flexibilidad.

La regulación de las plataformas digitales en Latinoamérica es un tema complejo y de gran relevancia para el futuro del trabajo y el sector de servicios en la región. Si bien algunos países han avanzado en la creación de marcos legales que reconocen la relación laboral entre los trabajadores y las plataformas digitales, otros aún enfrentan dificultades para regular adecuadamente estas empresas.

Además, la fiscalidad sigue siendo un tema pendiente en la regulación de estas plataformas, y muchos países están buscando soluciones para garantizar que estas empresas paguen impuestos en los países donde operan. En definitiva, se requiere una regulación adecuada y balanceada para garantizar la protección de los derechos de los trabajadores y el desarrollo sostenible del sector de servicios en la región.

Por Stiven Cartagena, productor multimedia, comunicador social y periodista con énfasis en la cobertura de temas tecnológicos.

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