El papa Francisco Bergoglio elogió este sábado en Sicilia el sacrificio del sacerdote Giuseppe Puglisi, asesinado por la mafia hace veinticinco años, y expresó que los mafiosos no son cristianos.
«No se puede creer en Dios y ser mafioso, quien es mafioso no vive como cristiano, porque blasfemia con la vida el nombre de Dios», afirmó Francisco en la homilía que pronunció ante decenas de miles de fieles reunidos en el gran espacio verde del Foro Itálico.
También indicó que los mafiosos «deben dejar de pensar solo en ellos y en su dinero para así estar más cerca de Dios, porque de otro modo su vida está perdida y será la peor de las derrotas».
El pontífice recordó que el cura Puglisi murió hace 25 años el día que cumplía 56 años y que coronó su victoria con una sonrisa, en alusión a que el párroco, muy significado por tratar de sacar a los jóvenes del crimen organizado, sonrió a su asesino cuando le vio llegar y le dijo «le esperaba».
«Aquella sonrisa no deja dormir de noche a su asesino, que dice: había una especie de luz en aquella sonrisa. El padre Pino sabía que se arriesgaba, pero sabía sobre todo que el verdadero peligro en la vida es no arriesgar y vivir cómodamente», expresó Francisco.
El pastor universal realizó un llamado de no dejarse llevar por el odio ni el rencor, porque todas las personas necesitan de amor, no hombres de honor, de servicio, no de opresión.
«Si la letanía mafiosa es «tú no sabes quién soy yo», la cristiana es «yo tengo necesidad de ti» y si la amenaza mafiosa es «me las pagarás», la plegaria cristiana es «señor, ayúdame a amar»», comentó el papa.
Tras la misa, Bergoglio tiene prevista una visita a una misión laica que asiste a los pobres en Palermo, antes de acudir al barrio Brancaccio de la ciudad, donde era párroco Puglisi.