Ocho personas murieron y otras cinco resultaron heridas de gravedad en dos tiroteos registrados el miércoles en la ciudad alemana de Hanau, en el centro del país, confirmaron fuentes policiales.
El primer ataque tuvo lugar en un «shisha bar», un local oriental de fumadores de pipa, en el centro de la ciudad, a lo que siguió un segundo tiroteo en un establecimiento similar en Kesselstadt, otro barrio algo más apartado de esa localidad.
Supuestamente los disparos se hicieron desde un automóvil y, de acuerdo con la radiotelevisión pública regional Hessischer Rundfunk, el agresor o agresores se dieron a la fuga.
El popular diario Bild afirma por su parte que hay un detenido.
La policía local informó de un gran operativo de búsqueda de los agresores.
En el primer local murieron tres personas y en el segundo otras cinco, de acuerdo con la mencionada radio que se remite a fuentes policiales.
Varios medios locales informaron también de otro supuesto ataque en un tercer punto de la ciudad, extremo este que no ha sido confirmado por la policía.
Hanau, con casi 100.000 habitantes, se encuentra a 20 kilómetros al este de Fráncfort, en el «Land» de Hesse.
Después del ataque, la canciller de Alemania, Angela Merkel, dijo que los indicios apuntan a que el atacante se guiaba por motivos «ultraderechistas» y «racistas». «Por odio contra personas de otro origen, de otra religión y de otra apariencia», subrayó.
«El racismo es veneno. El odio es veneno. Y este veneno se da en nuestra sociedad y ya es responsable de demasiados delitos. Desde los crímenes de la (célula ultraderechista) NSU (Clandestinidad Nacionalsocialista) a las muertes de Halle, pasando por el asesinato de (el político local conservador) Walter Lübcke», manifestó.