El plan fue propuesto por el ayuntamiento de Omaui, municipio ubicado en el sur de Nueva Zelanda, con el fin de proteger a los animales nativos.
La estrategia consiste en castrar a todos los gatos domésticos de la región, además someterlos a llevar un microchip y que sus propietarios registren a sus mascotas ante las autoridades de la localidad, informó el portal neozelandés Newshub.
Ali Meade, gerente de operaciones de bioseguridad del ayuntamiento, indicó que «las mascotas pueden vivir su vida natural en Omaui, haciendo felizmente lo que hacen. Pero cuando mueran no podrás reemplazarlo.»
Ambientalistas aseguran que los gatos son los responsables de la muerte de miles de aves y mamíferos cada año.
Esta decisión entra en el plan de Nueva Zelanda de convertirse en un lugar libre de depredadores antes del año 2050. Dicha nación tiene como objetivo acabar con ratas, armiños y zarigüeyas.
Para leer más: El País.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional