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«No tengo idea de cómo pude contagiarme»: la historia de un ítalo-venezolano que superó el coronavirus en Milán

por El Nacional El Nacional

«No tengo idea de cómo me pude haber contagiado», manifestó un ítalo-venezolano de 54 años de edad, quien superó el coronavirus en Milán, Italia.

Mediante una conversación con la Revista Persea, firmada por Félix Moronta, de ascendencia italiana, y cuyo nombre no se revela, contó el dramático testimonio de lo que tuvo que vivir.

El ciudadano afirmó que antes de que se hicieran públicos los casos de covid-19 en Italia, había comenzado a tomar las previsiones para evitar el contagio. Entre las medidas que tomó, mencionó, se encuentra evitar hacer uso del transporte público y ascensores.

«No usé mascarilla, pero sí bufanda y guantes. Aún no me explico cómo me contagié», insistió.

Síntomas

En su caso, continuó, comenzó con un ligero carraspeo en la garganta, por lo que pensó que era consecuencia de exponerse al clima frío y del viento. Unos días después, sin embargo, comenzó con tos seca, que se fue volviendo más continua y profunda, llegando incluso a despertarlo durante la noche.

No fue hasta que notó el cambio en su lengua que entendió que estaba contagiado por coronavirus. La pandemia, declarada así por la Organización Mundial de la Salud, ha ocasionado hasta el momento 4.825 desde que apareció por primera vez en el país, hace más de un mes.

«La lengua estaba cubierta en su totalidad por una capa espesa de saburra, de color verde/amarillento. Sentía mucha resequedad en las mucosas superiores (fosas nasales, boca, garganta), por lo que sentía mucha sed. Afortunadamente me hidraté con bastante agua y frutas. Durante ese período tuve inapetencia; aproveché para evitar el consumo de harinas, lácteos y azúcares, sobre todo en alimentos procesados», relató.

Durante tres días, indicó, presentó fiebre en torno a los 40 grados centígrados, por lo que considera que queda desmontada «la falsa idea de que el calor mata al coronavirus».

«La tos era constante, las 24 horas. Luego comencé a expectorar la flema, en mi vida había escupido tal cantidad, obviamente no tengo un marco de referencia, pero bien calculo pudo haber sido de entre 250 ml a medio litro en total, tomando en cuenta que casi cada cuarto de hora durante 48 horas aproximadamente tenía un nuevo ataque de tos con su consecuente expulsión de flemas», mencionó.

En los pacientes con coronavirus, afirmó, el aspecto de la flema es más grueso, gelatinoso, y con un colo entre verdoso amarillo y hasta naranja. Todo con un olor repugnante.

Aseguró que durante la enfermedad el episodio más grave padecido fue durante una madrugada en la que despertó sintiéndose ahogado. «Sé que fueron apenas unos segundos, pero los sentí eternos. No podía hablar o gritar por ayuda. Me dije: ‘¡Hasta aquí llegué!’. Afortunadamente recuperé la respiración», agregó.

La recuperación

El ítalo-venezolano afirmó que los primeros dos o tres días fueron los más graves. Después comenzó la mejoría, sin presentar fiebre ni ningún otro síntoma.

Actualmente, señaló, duerme 8 horas continuas, vuelve a tener apetito y solo presenta, eventualmente, una tos seca ligera como al principio.

«La experiencia fue tan horrible que siento pena por aquellos que no sobrevivieron, y peor aun, siento pánico (un síntoma que nadie ha mencionado y que en mi caso fue evidente, como trastorno de la psiquis) por lo que pudiera ocurrir en Venezuela», subrayó.

El ciudadano hace un llamado a la población a tomarse el coronavirus en serio, en vista de que, reiteró, «no es una simple gripe».

«Es una emergencia sanitaria mundial a la que debemos hacer frente todos. Mitiguemos la transmisión y cambiemos el curso de la pandemia. Mantengámonos aislados a salvo», enfatizó.