
Nicusor Dan, alcalde independiente de Bucarest y defensor de la integración europea, fue declarado ganador de las elecciones presidenciales de Rumanía tras obtener 55,1% de los votos emitidos en el país, con 99,9% del escrutinio finalizado. Aunque aún resta contabilizar parte del voto de la diáspora, tradicionalmente favorable al ultranacionalista George Simion, la diferencia de 890.000 sufragios hace matemáticamente irreversible el resultado.
Miles de ciudadanos, especialmente jóvenes, se congregaron frente a la sede de campaña de Dan en el centro de Bucarest, ondeando banderas de Rumanía y la Unión Europea y coreando consignas como «Europa, Europa» y «Nicusor, Nicusor».
Dan saludó a sus simpatizantes con una bandera de la UE y en una entrevista con el canal Antena 3 anunció que iniciará de inmediato los contactos para formar un nuevo gobierno.
Alta participación y denuncias de fraude sin pruebas
La jornada electoral estuvo marcada por una participación de 65%, lo que representa dos millones de votantes más que en la primera vuelta del 4 de mayo. Esta elevada movilización refleja la fuerte polarización del país en unos comicios considerados decisivos para el rumbo político de Rumanía.
El ultranacionalista George Simion denunció fraude antes y durante el proceso electoral, aunque las autoridades descartaron irregularidades y no se han presentado pruebas verificables. Analistas consideran que estas acusaciones formaron parte de una estrategia política para movilizar votantes y preparar el terreno para una eventual impugnación.
Simion, de 38 años y líder de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), había sido el favorito tras imponerse en la primera vuelta con casi 41% de los votos. Su discurso nacionalista, euroescéptico y populista logró calar en sectores rurales y jóvenes descontentos con el sistema.
El candidato se declaró ganador el mismo día de las elecciones y aseguró que venció con una diferencia de 400.000 votos, aunque el recuento oficial lo desmintió. Su retórica combativa y apoyo declarado al expresidente estadounidense Donald Trump marcaron una campaña confrontacional.
Estas elecciones se celebraron tras la anulación del proceso anterior en noviembre, cuando el entonces vencedor, el prorruso Calin Georgescu, fue inhabilitado por denuncias de injerencia rusa en su campaña.
Simion se presentó como heredero político de Georgescu, recibiendo su apoyo explícito durante la campaña, lo que incrementó las preocupaciones internacionales sobre la orientación del país en caso de una victoria ultranacionalista.
Nicusor Dan, una alternativa moderada y proeuropea
A sus 55 años de edad, Nicusor Dan es matemático de formación y ha construido su perfil como una figura independiente y de centro, con fuerte respaldo entre los sectores urbanos, liberales y jóvenes. Defensor del Estado de derecho, la permanencia en la Unión Europea y el apoyo militar a Ucrania, su victoria es vista como un refuerzo del anclaje europeo de Rumanía.
“He votado al candidato correcto para mi país y mi futuro”, afirmó María, una votante en la Facultad de Arquitectura de Bucarest. Marius, otro joven universitario, agregó: “Ni Simion ni sus ideas deben representar a Rumanía en el mundo”.
Entre las primeras tareas de Dan está la designación de un primer ministro capaz de formar gobierno, en medio de una situación económica delicada: Rumanía enfrenta el mayor déficit presupuestario de la Unión Europea.
El presidente también tiene competencias clave en política exterior, defensa y nombramientos de altos cargos, por lo que su elección marcará el rumbo institucional del país en un momento crítico para su estabilidad democrática y su rol en Europa.
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