Miles de migrantes, principalmente venezolanos, celebraron la Navidad en condiciones precarias en Tapachula, en el sur de México, mientras enfrentan incertidumbre y dificultades debido a las estrictas políticas migratorias tanto de México como de Estados Unidos. A pesar de estar lejos de sus familias, los migrantes intentan encontrar algo de consuelo y comunidad en un entorno marcado por la pobreza y la desesperanza.
Denys, un venezolano que lleva tres meses viajando desde su país, ha encontrado refugio en las calles de Tapachula, donde junto a su familia y otros migrantes prepararon una celebración navideña.
A falta de recursos, los migrantes cocinaron hallacas en fogatas improvisadas. «Todo en manos de Dios. En la calle tirado como el propio perro, pero no importa, aquí cocinamos en leña, aquí vamos a hacer nuestras hallaquitas», expresó Denys, agradecido por poder mantener viva la tradición.
Migrantes se preparan para recibir comida este martes en campamentos improvisados en el municipio de Tapachula en Chiapas (México). Foto: EFE
Migrantes venezolanos celebraron Navidad en duras condiciones
La situación es aún más incierta debido a las políticas restrictivas anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el cargo en enero.
Aunque la aplicación ‘CBP One’ de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha permitido que algunos migrantes tramiten su cita para asilo, el futuro del programa está en duda. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, advirtió esta semana que el programa podría verse interrumpido con la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Mientras tanto, muchos migrantes sobreviven pidiendo limosna. José, otro venezolano que vive en las aceras de Tapachula con su hijo, expresó su tristeza por la larga espera para conseguir su cita de asilo.
«Comemos con lo que los vecinos nos traen», comentó, señalando que la falta de empleo en la región ha complicado aún más su situación.
En otros puntos de la frontera, miles de migrantes continúan su largo viaje hacia el norte. Dos caravanas partieron en diciembre y seguirán su camino durante las fiestas, cruzando el país a pie y durmiendo a la intemperie, en busca de una mejor vida.
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