Chile entero se ha visto envuelta en una crisis social que muchos incluso comparan con una olla a presión que reventó. El alza en la tarifa del metro inició la molestia de los santiaguinos. A su vez, una serie de demandas se hicieron notar durante la última semana, congregando a miles de personas los últimos días a lo largo de todo el país.
Pero a las multitudinarias marchas, en su mayoría pacíficas, se sumaron los disturbios, destrozos e incendios tanto en las estaciones del tren subterráneo como de locales y otros mobiliarios. Lo cual llevó al presidente Sebastián Piñera a decretar el Estado de Emergencia para distintas regiones del país, significando la presencia militar en las calles.
A raíz de la actual crisis, Chile incluso es comparado con otros países de la región que han pasado por situaciones similares recientemente, como Ecuador. Mientras que otros hablan de un descontento similar en Venezuela. En esa línea, Emol conversó con algunos ciudadanos venezolanos que decidieron comenzar una nueva vida en Chile a raíz de los problemas sociales en su país.
“Un país relativamente tranquilo”
Adrián González vive hace tres años en Chile junto con su esposa e hija. Es ingeniero civil y activista digital, está encargado de verificar noticias falsas de Venezuela. “Emigramos a Chile por la relativa estabilidad económica y social que posee entre otros países de Latinoamérica. Sobretodo, porque es un país relativamente tranquilo y eso es algo muy importante para los venezolanos: tener tranquilidad”, contó Adrián.
Además, dijo que a él y a otros de sus compatriotas les recuerda incluso El Caracazo de 1989. “También nos recuerda los hechos de 2014 y 2017, donde en el ámbito nacional se vieron muchas manifestaciones pacíficas y también muchas barricadas, eventos de violencia, represión y asesinados por la dictadura, en nuestro caso más de 100”, lamentó.
En cuanto a la situación en Chile, señaló: “Creo que aquí hay un sector nada despreciable que pide y debe ser escuchado. La violencia empaña la protesta pero no por ella deja de existir. Personalmente deseo que los liderazgos se reconozcan y lleguen a acuerdos de forma respetuosa y sincera. Sin repetir los fiascos que vimos en cada negociación y diálogo que la oposición venezolana tuvo con la dictadura de Nicolás Maduro”.
“Esperamos que los eventos terminen pronto, de la mejor manera para la mayor parte del pueblo chileno. Sabemos lo doloroso que es esto para un país y no se lo deseamos a ninguno, mucho menos a Chile, donde hemos cultivado grandes amistades”, señaló.
Agregó que la principal diferencia con la crisis venezolana es el poco respeto a los derechos humanos en su país. Explicó que “la represión en Venezuela a partir de un momento, por parte de la guardia nacional no los dejaba congregarse para manifestar. «Hubo tantos muertos que desmovilizaron y desarticularon las protestas. Nada de eso ha ocurrido aquí”, dijo, e hizo un llamado a cuidarse de las noticias falsas.
“Realmente me dio miedo”
Rosangel Peralta tiene 42 años de edad. Vive desde hace tres años en Chile, luego de irse de Venezuela por la situación sociopolítica. “Por la falta de seguridad, por la inflación, por un gobierno que no es democrático”, dijo.
Frente a las manifestaciones de la última semana, aseveró: “El tiempo que tengo aquí no había visto una manifestación de la magnitud que se ha presentado estos cuatro o cinco días. Siempre vi un país ‘tranquilo’ porque nadie está satisfecho con nada”, señaló.
Si bien señala que en Venezuela ha habido manifestaciones, conflictos, disturbios, barricadas, lo que más le ha asombrado es la destrucción y la quema prácticamente del metro, el saqueo. «Eso realmente me dio miedo”, manifestó.
Señaló que no le sorprendió las medidas que tomó el gobierno para poder tomar el control de esta situación y advirtió de que hay que buscar las maneras de mitigar la situación.
«Sin embargo, como los chilenos han traído desde hace muchos años varias inquietudes, insatisfacciones políticas, económicas, sociales, que le pueden dar una mejor calidad de vida, se ha venido acumulando y ciertamente era como un talón de Aquiles, estaban esperando lo más mínimo para llegar a esta explosión social», precisó la mujer.
Sin embargo, no compara para nada la crisis de Chile con la de su país. “Yo creo que aquí todavía la gente tiene acceso para comprar comida. Aquí la gente no es que se esté muriendo de hambre. Consigues los productos de primera necesidad”. Apuntó a que el transporte público también tiene mejor servicio que en Venezuela.
“Nos arrebataron la democracia”
A sus 23 años de edad, Manuel Chirinos, contador, decidió ir a Chile hace un año y 10 meses “producto del caos y la miseria de la cual ya todos conocen. Buscando más que todo tener una vida normal”.
“Sin tratar de inmiscuirme en la política de Chile respecto a cualquier tipo de protesta pacífica venga de donde venga, todos los ciudadanos tenemos derecho a manifestar nuestras inquietudes y descontento, siempre y cuando lo hagan de manera pacífica”, enfatizó.
En ese sentido, dijo Manuel, “estoy impresionado por los hechos ocurridos los últimos días. Robos, saqueos, que creo no le hacen mucho bien a lo que legítimamente reclama la gente”. Agregó que siente que es un descontento que ha estado acumulado.
Sin embargo, puntualizó: “La protesta de Venezuela es sumamente diferente a la que actualmente vemos acá. Allá protestamos porque nos arrebataron la democracia, por la violación clara de los derechos básicos de las personas como alimentación, agua, luz, seguridad. Allá no existe nada de eso”, aseguró.
Y destacó: “Los chilenos tienen un gran país (con problemas) como todos, pero tienen democracia y eso es innegable. Chile es un gran país, con gente extraordinaria que merece todo lo mejor. Cuando queremos algo no lo destruimos, luchamos para mejorarlo”, agregó.
Finalmente, Manuel hizo un llamado: ”les digo que tengan cuidado, que miren a Venezuela como ejemplo. A veces la euforia, la adrenalina hacen que nos dejemos engañar con cualquier ‘héroe’ que hable bonito. Que promete que nos sacará de la desigualdad, entre otras cosas. Sé que Chile se levantará pronto de esto. De corazón deseo que haya una respuesta que beneficie a la sociedad”.
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