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Mejora la salud del opositor ruso Navalny, que salió del coma

por Avatar AFP

Casi tres semanas después de haber sido envenenado, según Berlín, el opositor ruso Alexei Navalny salió del coma artificial y su estado de salud mejora, anunció el lunes el hospital berlinés donde está internado.

La bestia negra de las autoridades rusas, de 44 años, «reacciona cuando se le habla» y va a dejar de usar el respirador «por etapas», dijo el lunes el hospital de la Charité en Berlín, uno de los más reputados de Europa, donde está ingresado desde el 22 de agosto.

Tras someterlo a análisis por un laboratorio militar alemán, el gobierno alemán aseguró que Navalny había sido envenenado con un agente neurotóxico de tipo Novichok el 20 de agosto en Siberia.

Sus médicos no excluyen que le queden secuelas por este «pesado envenenamiento», que tanto para Alemania como para otros países occidentales lleva la impronta de las autoridades rusas, a las que han pedido dar explicaciones.

Alemania ha dado un ultimátum de unos días a Rusia para «aclarar lo que ocurrió» so pena de eventuales sanciones.

-«Absurdo»

El Kremlin denunció este lunes los «absurdos» intentos de acusar a Rusia del envenenamiento.

«Todos los intentos de asociar a Rusia de alguna manera con lo sucedido son inaceptables para nosotros, son absurdos», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Según el gobierno alemán, Navalny fue de manera «inequívoca» envenenado en Rusia durante una gira electoral con un agente neurotóxico del mismo tipo que el Novichok, una sustancia desarrollada en la época soviética con fines militares.

El embajador de Rusia en Reino Unido fue convocado el lunes al ministerio británico de Relaciones Exteriores para explicar este envenenamiento, anunció el jefe de la diplomacia Dominic Raab, quien se dijo «aliviado» por que Navalni haya recuperado el conocimiento.

Ese mismo agente neurotóxico había sido utilizado en 2018 en suelo británico para envenenar al exespía ruso Serguéi Skripal, que cambió de bando y reside en Inglaterra, y a su hija Yulia. Según las autoridades británicas, el GRU ( inteligencia militar rusa) es el principal sospechoso.

Este caso ya había dado lugar a sanciones en contra de Rusia, que también había negado cualquier participación.

 Nord Stream 2 amenazado

En este contexto, se multiplican los llamados en Occidente para sancionar a Rusia y no se excluyen consecuencias para el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 si Moscú no da las respuestas esperadas.

Los rusos aseguran que Nord Stream 2 no está amenazado. «Vemos un gran potencial para el gas natural. Este proyecto se llevará a cabo. Hay algunas dificultades pero pese a ello, continúa», dijo el ministro ruso de Energía Alexander Novak, citado por las agencias rusas.

Interrogado este lunes sobre si la canciller Angela Merkel buscaría no incluir al gasoducto Nord Stream 2 en caso de sanciones contra Moscú por este asunto, el portavoz de la líder alemana, Steffen Seibert, respondió en una rueda de prensa cotidiana: «la canciller considera que sería un error excluirlo desde el principio».

Con el objetivo de abastecer a Alemania y Europa con gas ruso, este proyecto clave con Rusia hasta ahora le ha costado muy caro a Berlín, a causa de los grandes intereses económicos y energéticos en juego: participan alrededor de un centenar de empresas europeas, la mitad de ellas alemanas.

El lunes, el presidente estadounidense Donald Trump reiteró en una conferencia de prensa que está «a favor» del abandono.

Alemania, dijo, debe «absolutamente» abandonar el proyecto si «siente que algo no va bien», aunque emitió sus dudas de que lo pueda hacer porque está en una posición muy debilitada en este momento en materia de energía».

Por su parte, Rusia ha fustigado a Berlín «por retrasar el proceso de investigación que solicita», al no transmitir los elementos del expediente a las autoridades rusas.

Según Peskov, Moscú aún no los ha recibido, pero espera que Alemania le brinde toda la información necesaria a Rusia «en los próximos días». «Lo esperamos con impaciencia», añadió.

Navalny, destacado por sus investigaciones anticorrupción que involucra a la élite política rusa, cayó enfermo el 20 de agosto y fue hospitalizado de urgencia en Omsk, en Siberia, para después ser evacuado a Berlín tras una lucha a brazo partido entre su entorno y los médicos rusos.