Los dos bandos enfrentados en el sangriento conflicto en Libia acordaron un alto el fuego, que empezó a aplicarse en las primeras horas de este domingo. Esto, tras semanas de intensas gestiones diplomáticas por parte de Rusia y Turquía en favor de una tregua.
Este país del norte de África ha sido escenario de enfrentamientos y está sumido en el caos desde 2011. Ese año una intervención militar internacional puso fin a la larga dictadura de Muamar Gadafi.
Desde abril de 2019 el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido por la comunidad internacional, es objeto de ataques por parte de las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar, que controla el este del país.
El sábado en la noche, el mariscal Haftar anunció un alto el fuego que entró en vigor a medianoche. Decisión que llegó luego de que los presidentes, Vladimir Putin, de Rusia, y Recep Tayyip Erdogan, de Turquía, solicitaron la tregua para evitar una escalada del conflicto que convierta a Libia en «una segunda Siria».
Las fuerzas del mariscal advirtieron en un breve comunicado que «la respuesta será dura si el bando contrario viola la tregua».
Poco después, en un comunicado, Fayez al Sarraj, anunció también un alto el fuego. Sin embargo, subrayó que sus tropas ejercerán su «legítimo derecho de responder ante cualquier ataque o agresión del bando contrario».