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Llegan a Gaza nuevos convoyes de más de 50 camiones cargados con ayuda humanitaria

por Avatar EFE

Varios convoyes compuestos de 52 camiones cargados con ayuda humanitaria llegaron este martes a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, que conecta el enclave palestino con Egipto y el único cruce por el que ha accedido asistencia hasta que empezó la guerra hace un mes.

Fuentes humanitarias indicaron a EFE que un total de 52 camiones cargados con suministros médicos, agua y alimentos entraron a la Franja este martes a través de Rafah, que no está controlada por Israel y por donde también se efectuaron los traslados de heridos y las evacuaciones de extranjeros y palestinos de doble nacionalidad.

El nuevo cargamento de ayuda humanitaria, sin embargo, no incluía combustible, un recurso de extrema necesidad para el funcionamiento de los hospitales, las panaderías, plantas potabilizadoras de agua e incluso para la distribución de la asistencia a diferentes zonas del enclave.

Desde que Israel permitió la entrada de ayuda humanitaria a través de Rafah el pasado 21 de octubre han accedido a Gaza alrededor de 600 camiones, con una media de 33 diarios, pero las autoridades israelíes siguen impidiendo el acceso del combustible por temor a que caiga en manos del grupo islamista Hamás.

Organizaciones internacionales, países y la propia ONU denunciaron que la cantidad de asistencia que llega al enclave es insuficiente, y recuerdan que antes del estallido de la guerra hace un mes entraban a diario unos 500 camiones de ayuda humanitaria a Gaza.

Durante la jornada del martes también fueron evacuadas unas 329, con lo que aumenta a unos 1.400 el total de extranjeros y palestinos con doble nacionalidad que han salido del enclave palestino a través de Egipto desde el pasado 1 de noviembre, cuando se permitió la salida controlada de los nacionales de otros países.

Egipto cifró en unas 7.000 personas de 60 nacionalidades el total de palestinos con pasaporte extranjero y los ciudadanos de otros países que llegarían al país norteafricano por esta vía.

El proceso de evacuación, gestionado por El Cairo y Tel Aviv, está condicionado al aumento de la entrada de ayuda humanitaria y a las garantías de que no haya un éxodo masivo hacia Egipto, una de las principales preocupaciones del gobierno del presidente Abdelfatah al Sisi al considerar que representaría el fin de la causa palestina.