Miles de personas que manifestaron este viernes contra la reelección del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fueron reprimidas por la policía, que usó gases lacrimógenos para dispersarlos, al acercarse la toma de posesión del 27 de enero.
La policía utilizó tanquetas antimotines para lanzar chorros de agua a presión contra unos 10.000 simpatizantes de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura cuando marchaban hacia la casa presidencial en Tegucigalpa.
La marcha fue encabezada por el ex presidente Manuel Zelaya, derrocado en el golpe de estado de 2009 y coordinador de la Alianza, pero tuvo que retirarse de la nube de gas lacrimógeno.
“Y va a caer, la dictadura va a caer”, coreaban los manifestantes mientras huían en medio de la densa nube de gases. “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, entonaban desde un vehículo con un alto parlante los organizadores de la marcha.
Algunos de los manifestantes contraatacaron lanzado piedras contra los cordones de policías y militares que se protegían con escudos.
El Tribunal Supremo Electoral declaró a Hernández como vencedor tres semanas después de la votación del 26 de noviembre, en medio de denuncias opositoras de fraude.
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