En un documento de 25 páginas, la Corte del Distrito Sur de Florida estableció los delitos a los que está vinculado en Estados Unidos el colombiano Álvaro Pulido Vargas, quien fue capturado el martes en Venezuela, vinculado a hechos de corrupción asociados al saqueo de la estatal petrolera Pdvsa.
Pulido, como lo reveló EL TIEMPO en su momento, en realidad se llama Germán Enrique Rubio Salas y era buscado por la DEA como cabeza del llamado Cartel de Bogotá; por su captura se ofrecían 10 millones de dólares de recompensa.
Es señalado como el gran socio del también colombiano Alex Saab, y sus negocios de dinero saqueado a Venezuela, en los que según la justicia norteamericana tenían parte fichas de la entraña de Nicolás Maduro, superaron los 350 millones de dólares.
Pulido Vargas, dice la acusación de la corte estadounidense, junto con sus cómplices controlaba varias empresas que obtuvieron contratos de las estatales Comercializadora de Bienes y Servicios del Estado Táchira (Cobiserta) y la Coporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex) para proveer alimentos y medicinas a Venezuela.
Según Estados Unidos, uno de los socios del complot criminal era José Gregorio Vielma Mora, exgobernador del estado Táchira (2013-2017) y ahora poderoso miembro de la Asamblea chavista. Estados Unidos dice que Vielma Mora recibió al menos 17.256.935 dólares por sobornos.
El saqueo billonario se inició alrededor de 2015, cuando la red logró contratos relacionados con la producción, importación y distribución de alimentos al gobierno de Venezuela dentro del conocido y cuestionado programa de las Cajas CLAP, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Entre las firmas que controlaban ese negocio está Group Grand Limited y Asasi Food, que recibieron millonarios contratos estatales.
Además de Pulido Vargas, de 57 años de edad, y de Vielma Mora, aparecen en el expediente el hijo de Pulido, Emmanuel Enrique Rubio González, y otro colombiano, Carlos Rolando Lizcano Manrique; la acusación también menciona a la venezolana Ana Guillermo Luis.
Las autoridades señalan que en caso de ser condenados por los cinco cargos por los que son procesados, podrían enfrentar una pena total máxima de 100 años de prisión.
Así habrían movido la plata
De acuerdo con la acusación de Estados Unidos, Pulido y los demás reseñados habrían logrado importar y distribuir en Venezuela aproximadamente 10 millones de cajas de alimentos bajo el programa CLAP. Los precios para ese negocio fueron inflados de manera desproporcionada y muchos de los alimentos fueron comprados en México a precios muy inferiores a los cotizados.
Pulido habría sido clave en un engranaje de operaciones ilegales que incluyó pagos de sobornos y la creación de empresas y cuentas en varios países para lavar el dinero. Como parte de su andamiaje, habrían usado bancos en Estados Unidos para ocultar y dar apariencia de legalidad a los dineros provenientes de actividades ilegales. De allí que el colombiano y sus socios tengan procesos abiertos en cortes de ese país.