Habitantes del municipio Fundación, en Colombia, asistieron este sábado al sepelio de una niña de nueve años de edad que fue violada, asfixiada e incinerada por un chofer de autobuses.
Las calles de esa población, en el departamento de Magdalena, se convirtieron en ríos de gente que reclamaban justicia mientras caminaban con el féretro hacia el cementerio luego de salir del barrio San José, en donde residía la menor.
Las autoridades forenses de Colombia confirmaron el viernes que la pequeña fue violada, asfixiada e incinerada por Adolfo Arrieta García, quien fue llevado a una cárcel de máxima seguridad luego de que las autoridades lo salvaran de ser linchado por los habitantes de la zona donde ocurrió el hecho.
El cortejo fúnebre fue encabezado por niños de diferentes escuelas que, vestidos de blanco y con globos en las manos, acompañaron a los familiares de la niña asesinada que tenían camisetas con fotos de la menor y frases como «no te olvidaremos» y «estarás siempre entre nosotros».
Marta Lucía Ramírez, vicepresidente de Colombia, asistió al funeral y afirmó que «Colombia necesita castigos contundentes para evitar que la niñez siga siendo víctima de crímenes atroces».
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