La Unión Europea (UE), Estados Unidos (EE UU) y otra veintena de países han solicitado este viernes la «inmediata publicación de todas las actas originales» de las elecciones del 28 de julio en Venezuela y la verificación «imparcial» e «independiente» de los resultados de los comicios. El Consejo Nacional Electoral, un organismo afín al régimen de Maduro, dio como ganador al dictador pero la comunidad internacional nunca les creyó.
En un comunicado conjunto pide que dicha verificación se realice «preferiblemente por una entidad internacional para garantizar el respeto a la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas». El texto pone en cuestión los resultados publicados oficialmente, leído por el ministro dominicano de Exteriores, Roberto Álvarez, en el Palacio Presidencial en Santo Domingo.
Firman esta declaración la UE, Argentina, Canadá, Chile, República Checa, Costa Rica, Ecuador, España, EE UU, El Salvador, Guatemala, Guyana, Italia, Marruecos, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, Surinam, Portugal, República Dominicana y Uruguay, tal y como publica EFE.
Se trata de un momento histórico, que consigue reunir a gran parte de la comunidad internacional en torno a un acontecimiento decisivo para Venezuela. Este comunicado carga de razones (y de moral) a María Corina Machado y Edmundo González ante la gran marcha convocada para mañana sábado en Caracas. Una marcha que se replicará en más de 300 ciudades por todo el mundo.
En este contexto, puede que sea una opción más para confrontar a un Maduro intratable. El gobernante se mantiene sin entregar unas actas que refrendarían que la oposición es la verdadera ganadora de las votaciones.
Este apoyo explícito se une al realizado por el G-7, integrado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, que se manifestó hace más de dos semanas a través de sus ministros de Asuntos Exteriores. En un comunicado expresaron su solidaridad con el pueblo de Venezuela, al que han dedicado una mención especial y reconocido que ha «ejercido pacíficamente su derecho al voto».
Este jueves un despistado Biden pidió la realización de nuevas elecciones en el país sudamericano, una declaración de la que tuvo que retractarse el Partido Demócrata para hacer llegar su verdadero mensaje en un momento especialmente delicado. El presidente estadounidense, a poco más de dos meses para dejar el poder, en realidad se refería a su unión y apoyo a la oposición para exigir al autócrata venezolano la muestra de las verdaderas actas. Una petición a la que se une gran parte de la comunidad internacional excepto alguno de los socios de Nicolás Maduro como Cuba, Rusia, Irán y Nicaragua.