La significativa escasez de vivienda disponible en Miami y el sur de Florida, unida al alza de los precios, está golpeando de manera directa a los residentes, que se ven obligados a mudarse a áreas aledañas en busca de opciones más asequibles, dijeron a EFE expertas en bienes raíces.
«El déficit habitacional es bastante alto y los salarios no han llegado al punto de un empate con el gasto de vivienda que sufren los profesionales que residen en Miami y el sur de Florida», señaló a EFE Peggy Olin, presidenta de la agencia inmobiliaria OneWorld Properties, situada en Fort Lauderdale, 48 kilómetros al norte de Miami.
Para Olin, dos hechos confluyen e impactan con rigor en la población: en primer lugar, «a la gente que siempre ha vivido en Miami se le está haciendo difícil mudarse a zonas céntricas para estar cerca de sus trabajos».
Además, «muchas personas se están mudando de otros estados a estas zonas demandadas que sí pueden costearse», debido a que «su sueldo base es mucho más alto que el del sur de Florida».
De hecho, según reveló recientemente un estudio de la web inmobiliaria Zillow, el ingreso promedio necesario para poder afrontar la compra de una vivienda en EE UU no baja de los 106.000 dólares anuales, una cifra que supone un incremento de 80% respecto a 2020.
Y el informe del Centro Conjunto de Estudios de Vivienda de la Universidad de Harvard de 2022 arroja que «la asequibilidad de la vivienda en Estados Unidos ha alcanzado niveles preocupantes», hasta el punto que 50% de los inquilinos destinan más de 30% de sus ingresos al alquiler de la vivienda. Una situación que afecta a unos 22,4 millones de hogares.
Los precios de vivienda, sin techo
En Miami, donde históricamente el aumento anual del precio de la vivienda se sitúa en torno a 11%, «estos últimos años fueron la excepción, con un crecimiento de hasta 22% producto de la intensa demanda que vivimos», añadió Olin.
La misma consideración aportó Katherina Santana, directiva de la compañía de bienes raíces Capital Int’l Realty, quien subrayó a EFE cómo «la escasez de viviendas disponibles en Miami está impulsando el alza de los precios».
Esta escalada de «apreciación de precios» en el ámbito inmobiliario, explicó Santana, viene produciéndose desde hace más de 12 años consecutivos, 15,6% año tras año, y, por ejemplo, en enero pasado, los precios medios de las casas en el condado de Miami-Dade aumentaron «de forma impresionante» de 545.000 dólares a 630.000.
«Esto significa que los precios de las casas en Miami han crecido durante 146 meses consecutivos, lo que equivale a 12,2 años», acotó Santana.
En cuanto a los condominios, los precios medios aumentaron de manera constante «durante 146 de los últimos 152 meses», situándose en algo más de 400.000 dólares, y el total de propiedades en venta disminuyó en 39, 5% en comparación con el promedio histórico de Miami.
Por todo ello, ante la gravedad de la situación, resulta de vital importancia la iniciativa que está llevando a cabo el gobierno del condado de Miami-Dade, con medidas «para el desarrollo de viviendas para la fuerza laboral, bonificaciones e incentivos para el desarrollo de viviendas adecuadas y asequibles», dijo Olin.
Este programa del condado permitirá a los «desarrolladores incorporar en áreas principales un componente de vivienda asequible», lo que «ayudará de forma efectiva a las personas de ingresos bajos o moderados que no pueden pagar ese tipo de renta», apuntó.
Si bien América Latina contribuyó en enero pasado a que el apetito inmobiliario siga tan fuerte en Miami, con los ciudadanos de Colombia en primer lugar en la búsqueda activa de viviendas en esta ciudad, ese mes emergió China en el segundo puesto, seguido de Argentina, Canadá e India, según Miami Realtors.
El mercado inmobiliario de Miami, claramente, ha expandido su atractivo como destino popular más allá de Latinoamérica, cuyos ciudadanos han apreciado históricamente esta urbe por su proximidad geográfica, conexiones comerciales y familiares, clima favorable, estabilidad política, infraestructura desarrollada y su comunidad hispanohablante.
«Mientras que otros mercados estadounidenses han experimentado caídas de precios, el mercado de bienes raíces de Miami experimenta una apreciación constante, por años», señaló recientemente en un comunicado Gus Fonte, presidente de la junta directiva de Miami Realtors.
Un interés por este mercado inmobiliario que se ve reforzado por su «sólida economía, el fuerte mercado de alquiler y una inversión segura», razones clave por las que el sur de Florida, apuntó Fonte, es el «destino número uno para los compradores internacionales de viviendas».
Esta fiebre por el mercado inmobiliario de Miami se extiende también a todo el estado, hasta el punto que Florida se convirtió en 2023 en el «principal destino estadounidense para compradores extranjeros (23% de todas las ventas)», según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, en inglés).
Y 47% de todas las transacciones inmobiliarias del año pasado en Florida se centraron en una zona muy concreta del sureste del estado: el eje Miami-Fort Lauderdale-West Palm Beach.