La Casa Blanca defendió este miércoles el uso de la Ley de Enemigos Extranjeros, normativa de tiempos de guerra, para la deportación a una cárcel en El Salvador de supuestos miembros del Tren de Aragua.
La administración Trump argumentó que la banda transnacional, originaria de cárceles venezolanas y que, según afirmó, fue «enviada por el régimen hostil de Maduro», representa una «incursión predatoria» en Estados Unidos que justifica la invocación de esta ley.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, explicó en rueda de prensa que la Ley de 1798, que permite detenciones y expulsiones sumarias en caso de guerra o invasión, se aplica debido a la actividad del Tren de Aragua.
«Ha sido enviada aquí por el régimen hostil de Maduro en Venezuela», declaró Leavitt. Añadió que Donald Trump, al asumir la presidencia, designó a la banda como organización terrorista. «Bajo esta ley, el presidente tiene la autoridad para deportar a estos terroristas, o a quienes los apoyan, que han sido enviados a suelo estadounidense», dijo.
El Tren de Aragua ha sumido a Estados Unidos en «un período de guerra»
Organizaciones como el Brennan Center for Justice han criticado el recurso a la Ley de Enemigos Extranjeros, inactiva desde la Segunda Guerra Mundial, al considerar que su aplicación está reservada para conflictos bélicos declarados o invasiones armadas por otro país.
La Casa Blanca y Trump han insistido en que la llegada de migrantes indocumentados constituye una invasión y que bandas criminales como el Tren de Aragua han sumido al país en «un período de guerra», como afirmó el presidente tras invocar la ley.
Bajo este argumento, la administración Trump ha utilizado la ley para justificar la deportación, durante el fin de semana, de más de 250 migrantes en vuelos a El Salvador, donde fueron enviados a una cárcel en ese país centroamericano. Este proceso se llevó a cabo sin debido proceso legal y sin especificar los delitos que habrían cometido los deportados.
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