
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció este martes que se han establecido nuevas reglas para los medios y el propio gobierno decidirá qué periodistas pueden hacer preguntas a Donald Trump, tarea que hasta ahora correspondía exclusivamente a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), que era la encargada de seleccionarlos.
En rueda de prensa, Leavitt anunció que a partir de ahora será el Ejecutivo el que seleccione a los miembros del «pool», el grupo reducido de periodistas, fotógrafos y camarógrafos que durante casi un siglo ha acompañado al presidente de EE UU en sus actos y ha transmitido lo ocurrido a miles de reporteros interesados en ello.
«A partir de ahora, el equipo de prensa de la Casa Blanca determinará quién integra el ‘pool’ de la prensa», declaró.
Durante casi un siglo, la tradición en la Casa Blanca ha sido que el «pool» cubra al presidente, dado que no hay espacio suficiente para los cientos de periodistas que quieren seguir sus actos en el Despacho Oval, en otras salas donde ofrece discursos o incluso en el avión presidencial Air Force One.
#25Feb #EEUU @alandete: El momento en que la secretaria de prensa de la Casa Blanca anuncia pic.twitter.com/bU2MTTyqso que la Asociación de Corresponsales ya no controlará el acceso al presidente.
A partir de ahora, el equipo presidencial gestionará el grupo de seguimiento y la…
— Reporte Ya (@ReporteYa) February 25, 2025
Selección de los periodistas
La selección de los periodistas con acceso a ese «pool» ha sido tradicionalmente responsabilidad de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), fundada en 1914 por periodistas en respuesta a un infundado rumor de que un comité del Congreso quería decidir qué repoteros podían asistir a las ruedas de prensa del entonces presidente Woodrow Wilson (1913-1921).
La labor de la WHCA ha sido abogar por un mayor acceso para los cientos de periodistas que cubren la Casa Blanca frente a los intentos de administraciones de restringirlo.
Selecciona a través de un riguroso proceso a los miembros del «pool» que pueden asistir a los actos presidenciales y que actúan como los ojos y oídos del resto de reporteros.
El grupo de periodistas que sigue al mandatario suele estar compuesto por entre 13 y 14 personas, aunque en algunos casos puede ampliarse hasta unos 20. En este grupo, hay periodistas designados como «poolers» para medios: uno para la prensa escrita, otro para la radio y otros para televisión.
Los cambios anunciados por la Casa Blanca aún están por definirse y se desconoce cómo se materializarán.
La medida se produce en un contexto de enfrentamiento con la agencia de noticias Associated Press (AP), luego de que la administración le restringió el acceso al «pool», impidiéndole preguntar a Trump, debido a su decisión de seguir llamando al golfo de México por su nombre tradicional, en lugar del término «golfo de América» adoptado por el mandatario.
AP ha interpuesto demanda ante los tribunales, argumentando que la decisión de Trump viola el derecho a la libertad de prensa recogido en la Primera Enmienda de la Constitución. Sin embargo, un juez determinó el lunes que la administración podrá seguir vetando su acceso, aunque le pidió reconsiderar la decisión.
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