El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó como “acto violento” que “no puede ser tolerado” el disparo de misil efectuado el miércoles de madrugada por Corea del Norte y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Nunca cederemos ante ningún acto de provocación. Reforzaremos nuestra presión” sobre Pyongyang, declaró Shinzo Abe ante la prensa.
Asimismo, horas más temprano el ministro de Defensa, Itsunori Onodera, consideró que el proyectil tenía que haber caído en la zona económica exclusiva marítima de Japón.
“Suponemos que cayó en el interior de nuestra zona económica exclusiva”, dijo a los periodistas.
El Pentágono había precisado que el proyectil había volado 1.000 km antes de caer al mar de Japón.
Japón “ha seguido totalmente” su trayectoria, declaró Abe. “Hemos protestado con fuerza”.
Al lanzar este misil, Corea del Norte no tuvo en cuenta “la voluntad fuerte y unida de la comunidad internacional de alcanzar una solución pacífica”, señaló el primer ministro.