Italia registró 269 muertos con coronavirus en el último día, hasta los 28.236 desde que comenzó la crisis, pero se trata de un dato cuyo incremento sigue tendiendo a bajar, como el de los actualmente enfermos, de acuerdo con el recuento de este viernes de Protección Civil.
Las personas que en la actualidad están enfermas con el virus son 100.943, lo que supone una reducción de 608 en las últimas 24 horas, aligerando así la presión en los hospitales.
De estos, 17.569 personas se encuentran ingresadas con síntomas, 1.578 reciben cuidados intensivos y la gran mayoría, 81.798, 81% del total, permanecen aislados asintomáticas en sus domicilios.
Desde el origen de la crisis en Italia, el 21 de febrero, con el primer contagio autóctono, en este país se han registrado 207.428 infecciones, 1.965 más en el último día, aunque paralelamente se están realizando más pruebas a la ciudadanía para comprobar la extensión real del virus.
Estos datos confirman de nuevo la tendencia a la baja de la curva de la pandemia en Italia. Basta recordar que en los momentos más duros de la crisis, a mediados de marzo, se registraban casi 1.000 muertos con covid-19 al día.
A esto se suma el aumento del número de curados, que ya representan 78.249 personas del total de contagios, 2.304 más que en la jornada de ayer jueves.
La región más afectada sigue siendo Lombardía, epicentro de la pandemia en el país, que acumula 76.469 contagios y 13.860 muertos.
En la región del Lacio, con capital en Roma, mucho menos afectada por el virus, se ha registrado un tercer récord consecutivo en el número de curados, 165 en el último día, el triple que las nuevas infecciones, que fueron 56.
La atención también está puesta en el Piamonte, que desde el pasado 25 de abril superó a Emilia-Romagna como la segunda región más golpeada por la pandemia.
Con estos datos, Italia se prepara ya para su apertura gradual a partir del próximo lunes 4 de mayo, cuando se reanudarán los sectores de las manufacturas y de la construcción.
La población seguirá confinada, aunque podrá salir para visitar a sus familiares o hacer deporte, mientras que antes solo era posible por estrictos motivos de salud, de trabajo y eventuales urgencias.
Desde el 18 de mayo se reabrirán museos, bibliotecas y el comercio minorista, y el 1 de junio será la vuelta de los bares, restaurantes y peluquerías, aunque siempre usando la mascarilla, manteniendo las distancias de seguridad y evitando aglomeraciones.
El gobierno estima que con las primeras aperturas del lunes entrarán en circulación 4,5 millones de trabajadores, por lo que los ayuntamientos están preparando protocolos de seguridad en sus transportes públicos.
La idea es que las aperturas vayan en función de los datos que vayan reportando las regiones, actuando con la máxima cautela y poco a poco, aunque muchas exigen más rapidez en la reanudación de la producción para no perjudicar más a la economía.