Israel llevó a cabo ayer una serie de potentes ataques aéreos en Siria donde bombardeó objetivos militares sirios e iraníes, pero uno de sus aviones fue derribado por las baterías antiaéreas generando un incidente que reavivó la tensión entre los tres países como no se veía en años.
El aparato, un moderno F16, cayó en territorio israelí y los dos pilotos lograron eyectarse a tiempo, pero uno de ellos resultó herido de gravedad. La agencia estatal de noticias siria, Sana, aseguró que la defensa antiaérea incluso había alcanzado más que un avión de combate israelí.
Esta es la primera vez en años que las Fuerzas Armadas israelíes reconocen haber atacado blancos iraníes desde que empezó la guerra en la vecina Siria, donde Irán, enemigo histórico de Israel, es aliado del régimen de Bashar al Assad.
También es la primera vez en mucho tiempo -30 años según el diario Haaretz- que Israel pierde un avión de combate, lo que demuestra el avance armamentístico de Siria, quien está siendo provista de equipamiento por Rusia e Irán.
Las declaraciones surgidas tras el episodio demuestran cómo se reavivaron las tensiones en Oriente Medio. El movimiento shiíta libanés proiraní Hezbollah felicitó a los sirios y subrayó que lo ocurrido marca “la caída del antiguo equilibrio” en la región. “Este es el comienzo de una nueva era estratégica que pone fin a la violación del espacio aéreo y territorio sirio”, dijo en un comunicado.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también avivó más las llamas al señalar que su gobierno no permitirá que Irán se establezca militarmente en Siria. “Israel quiere la paz pero continuaremos defendiéndonos con determinación contra cualquier ataque y contra cualquier intento por parte de Irán de arraigarse militarmente en Siria o en otra parte”, sostuvo.
Estados Unidos, aliado incondicional de Tel Aviv, defendió el derecho de Israel a “defenderse a sí mismo” y, utilizando un término llamativo, condenó a Irán por llevar a cabo “actividades malignas” en la región.
Rusia, que respalda al régimen de Assad pero tiene buena relación con Israel, reaccionó con preocupación. El gobierno de Vladimir Putin llamó a todas las partes a actuar con “moderación” y evitar acciones que compliquen aún más la situación. Aunque también reclamó preservar la soberanía de Siria.
El incidente comenzó temprano, cuando aviones de combate israelíes bombardearon la base aérea T4, de gran importancia para el Ejército sirio y sus aliados, ubicada en Homs, en el centro de Siria. Allí hubo tres muertos. Los aviones también destruyeron un depósito de municiones.
El Ejército israelí señaló que en total hubo 12 blanco de los ataques, entre ellos “objetivos iraníes” y la defensa antiaérea siria. La Fuerza Aérea israelí indicó que sus ataques fueron una respuesta a un dron iraní que habría cruzado la frontera y que terminó derribado. Sin embargo, Irán lo negó enfáticamente.
International Crisis Group, un organismo dedicado a la prevención de guerras, publicó esta semana un informe que analizaba el deterioro de este pacto de contención, que hasta ahora habían mantenido en relativa calma la zona divisoria de Israel con Líbano y Siria.
El informe partía de un diagnóstico en el que las reglas del juego, de acción-reacción entre Israel y la milicia de Hezbollah, se habían deteriorado. Según los analistas, las operaciones de esta fuerza iraní en territorio sirio implicaba un “escenario desconocido” para Israel. Por eso, sostiene, las reglas de la guerra en el norte de Israel han cambiado y las partes en el conflicto están tomando más riesgo.
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