Un cura ortodoxo resultó herido de gravedad por varios disparos este sábado en un templo del centro de la ciudad francesa de Lyon, en el este del país, mientras su agresor se dio a la fuga, indicaron medios locales.
En la zona, que se encuentra acordonada por las fuerzas del orden, el religioso fue evacuado en camilla con heridas en el abdomen. Su vida corre peligro, indicaron fuentes policiales.
Según los primeros elementos de la investigación, el agresor efectuó dos disparos con un fusil con el cañón recortado sobre las 16:00 hora local cuando el religioso se disponía a cerrar su iglesia, un templo ortodoxo griego situado en el distrito 7 de la tercera ciudad de Francia, en el barrio conocido como Jean Macé.
La policía francesa desplegó un importante despliegue de agentes en busca del agresor, al tiempo que acordonó la zona y pidió a través de las redes sociales que se evite el barrio afectado.
Según la cadena de televisión BFMTV, el herido es un sacerdote de origen griego de 52 años de edad.
El ataque se llevó a cabo dos días después de que tres personas fueron degolladas en una basílica católica de Niza. Lo que llevó al gobierno francés a reforzar la seguridad en templos religiosos en vísperas de la festividad de Todos los Santos.
El primer ministro, Jean Castex, puso fin a una visita que estaba efectuando en Bretaña, para acudir a la célula de crisis abierta en París por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, con el fin de hacer un seguimiento de la situación.
Castex se encontraba precisamente en Saint-Etienne-de-Rouvray, escenario del asesinato de un cura católico en 2016 a manos de un islamista, para comprobar el refuerzo de seguridad de lugares religiosos.
«Quiero garantizar a todos los ciudadanos que podrán practicar su culto con toda libertad y en total seguridad», dijo el jefe del gobierno ante los periodistas.