El helicóptero accidentado el sábado en Honduras en el que murieron las seis personas que viajaban en él, entre ellas una hermana del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, no reportó ninguna situación de emergencia, según diversas versiones difundidas hoy por medios locales.
En la comunicación que los pilotos de la aeronave, Iván Vásquez y Gerson Díaz, mantuvieron con la torre de control en Tegucigalpa, al parecer se les reclamó por haber subido a unos 12.000 pies (más de 3.000 metros) sin antes avisarlo y cuando se suponía que volaban a una menor altura.
«Ok Bestia 01, para la próxima vez usted tiene que solicitar el ascenso, ya que lo teníamos a 1.000 pies sobre el terreno y uno cero mil pies es condición IFR (Reglas de Vuelo Instrumental)», es uno de los mensajes de la torre de control a los pilotos del aparato, en una comunicación poco audible.
La respuesta de Vásquez fue «vengo saliendo hacia el oeste un Bravo Eco 90 que está en ascenso para unos 2,000 pies a uno cero mil».
«¿Entendió Bestia 01?», pregunta la torre de control y el piloto responde «afirmativo, necesito vectores…» . «¿Radial de salida? … «, es lo último que se puede escuchar con dificultad de la comunicación entre la torre de control y los pilotos.
El helicóptero era un Ecuriel AS350 B3, matrícula 905, asignado a la Base Aérea Hernán Acosta Mejía, de la Fuerza Aérea Hondureña en Tegucigalpa, que despegó a las 09.34 hora local (15.34 GMT) del Aeropuerto Toncontín.
Luego de ser dado como desaparecido, la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) informó en un comunicado de que «el helicóptero despega a las 9:34 am, reportando a las 9:47 am que se encontraba ascendiendo a 10.000 pies y a 11 millas náuticas al oeste de Toncontín, estimando la llegada a las 9:55 a la ciudad de Comayagua», centro del país.
«Al transcurrir el tiempo estimado de llegada a su destino y al no obtener la información de aterrizaje de la aeronave, se activó el protocolo de seguridad», indicó la FAH.
Cuando el aparato despegó de Tegucigalpa las condiciones de tiempo no eran las mejores, había abundante nubosidad en la región central del país, lo que pudo haber complicado el vuelo, según el exdirector de Aeronáutica Civil José Alfredo San Martín.
En su opinión, la abundante nubosidad habría sido la causa para que el piloto se elevara a unos 12.000 pies, en condiciones que «eran difíciles», por lo que considera que mejor hubiera sido que regresara a Tegucigalpa.
Los pilotos tampoco reportaron fallas mecánicas, al menos en lo poco que se logra escuchar en la conversación entre la torre de control y los pilotos.
Las otras personas que viajaban en el helicóptero eran la exministra de Estrategia y Comunicaciones Hilda Hernández, hermana del presidente hondureño; la capitán de Infantería Patricia Valladares, y los miembros de seguridad Nahun Lagos y Marcos Banegas.
Los restos calcinados de las seis personas eran esperados hoy en Medicina Forense del Ministerio Público en Tegucigalpa, que anoche envió un equipo al sitio donde quedaron esparcidos con el helicóptero accidentado.
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