El presidente Gustavo Petro ordenó suspender los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, tras los recientes ataques atribuidos a esa guerrilla en la región del Catatumbo, donde resultaron asesinadas varias personas en proceso de reincorporación tras los acuerdos de paz de 2016.
Petro calificó estos hechos como crímenes de guerra y aseguró que la guerrilla demuestra una «falta total de voluntad para alcanzar la paz».
Desde su cuenta oficial en X, el mandatario expresó: «Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz».
Estas declaraciones se dieron previo a su visita al Catatumbo, una zona marcada por enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC, conflicto que, según la Defensoría del Pueblo, ha dejado más de 30 muertos en las últimas semanas, reseña EFE.
Los diálogos de paz con el ELN habían logrado avances
La jefa de la delegación del gobierno, Vera Grabe, respaldó la decisión presidencial y enfatizó que los diálogos no se retomarán hasta que el ELN adopte un compromiso real con la paz.
Grabe recordó que, aunque el proceso había logrado avances como acuerdos iniciales y un cese al fuego temporal, las acciones recientes del ELN contradicen cualquier intención de reconciliación.
Por su parte, el senador y negociador Iván Cepeda señaló que las agresiones del ELN, como los asesinatos de civiles y reincorporados, representan una grave violación a los derechos humanos.
Explicó que el conflicto en Catatumbo es resultado del traslado de unidades del ELN desde Arauca con el objetivo de expandir su control territorial, lo que pone a los habitantes de la región en una situación de extrema vulnerabilidad.
El proceso de paz con los guerrilleros, retomado en 2022, se había mantenido en una etapa de estancamiento desde mayo de 2024, cuando la guerrilla decidió unilateralmente interrumpir las conversaciones.
En los últimos meses, los intentos del gobierno por reactivar la mesa no lograron superar las discrepancias con el ELN, que continuó con acciones armadas, como el ataque a una base militar en Arauca y el secuestro del padre del futbolista Luis Díaz.
El gobierno reafirmó su disposición a dialogar siempre que existan garantías reales de cese de hostilidades, pero insistió en que no negociará mientras el ELN mantenga actividades violentas contra la población civil.
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