El Grupo de Lima buscará implicar a António Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), para hallar soluciones a la crisis venezolana según un acuerdo alcanzado hoy en Toronto por los ministros de Asuntos Exteriores del bloque.
La decisión de recurrir a la ONU se produce ante el pesimismo de parte de los integrantes del grupo de que la región pueda alcanzar una solución a la crisis de Venezuela, que el grupo de 12 países americanos cree que se ha agravado en las últimas semanas.
El grupo, que celebró hoy su tercera reunión ministerial, decidió que Chrystia Freeland, ministra de exteriores de Canadá, y Ricardo Luna, de Perú, copresidentes de ese bloque, se reúnan el próximo lunes con Guterres para trasladarle la petición de implicación de los países de la región.
Luna, que antes del inicio de la reunión ya había avanzado su intención de solicitar la intervención de Guterres y la ONU, afirmó durante una rueda de prensa al final del encuentro que «estamos ahora tras un claro periodo de deterioro después de las elecciones regionales».
El canciller peruano añadió que tanto Freeland como él mismo han recibido el mandato de entrevistarse con el secretario general de la ONU para «plantearle la gravedad crítica de la situación y el deterioro constante de los derechos humanos» y que ya transciende la mera crisis regional.
El grupo de países americanos fue muy crítico con el régimen de Nicolás Maduro y en su declaración final advirtió de que no reconocerá a la fraudulenta asamblea nacional constituyente (ANC).
Canadá, que se ha destacado en los últimos meses por su liderazgo en la condena al régimen de Maduro, avisó que si las autoridades venezolanas no rectifican su «camino dictatorial», Ottawa está dispuesta a imponer nuevas sanciones a los miembros destacados del gobierno.
En la declaración final, Freeland afirmó que «los miembros de este grupo están de acuerdo en que el régimen de Maduro debe hacer un giro claro y legítimo hacia la democracia».
«Exigimos que todos los presos políticos sean liberados. Que devuelva la autoridad a la Asamblea Nacional elegida democráticamente», declaró Freeland.
La ministra canadiense también demandó que «se cree un calendario para las elecciones nacionales bajo la dirección de un Consejo Electoral independiente y autónomo. Y que se abra un canal de ayuda humanitaria para el pueblo de Venezuela».
El Grupo de Lima también mandó un mensaje a la oposición. Luna dijo que la presión internacional será insuficiente si la oposición no se une.
«Nuestra respuesta es la de abogar por una negociación real, dialogada, y eso pasa por el mantenimiento y reforzamiento de la unidad de la oposición democrática que vaya más allá de la coyuntura electoral o de eventuales diálogos a una posición programática que los permita avanzar», indicó el titular peruano de Exteriores.
El canciller peruano insistió en que «nosotros no podemos avanzar más allá de hasta cierto punto, en la presión internacional y diplomática si es que no hay un programa de unidad que vaya más allá de la coyuntura».
«Es una exhortación. Pero es una exhortación seria. Las sugerencias que se dan por fragmentos o sectores muy bien intencionados de la oposición, no sirven. Y aislados, peor», explicó el canciller.
«Creo que estamos en esta etapa que es nueva, post las elecciones regionales y tenemos que seguir en ese empeño, siendo perfectamente conscientes que es una situación más grave y hay un deterioro», añadió Luna.
En su declaración final, de nueve puntos, el grupo de países americanos dijo que considera «urgente la revisión del sistema electoral, incluyendo en particular, la renovación del Consejo Nacional Electoral con miembros nombrados por la Asamblea Nacional».
El grupo acordó que la próxima reunión ministerial se celebre en enero de 2018 en Chile.