El gobierno francés va a reducir el periodo de tramitación de las demandas de asilo con el objetivo de proteger a los refugiados, pero también para agilizar las expulsiones de los inmigrantes sin papeles.
El ministro de Interior, Gérard Collomb, insistió en una entrevista que uno de los objetivos del proyecto de ley en preparación sobre esta cuestión es una duración para las demandas de asilo de seis meses.
Señaló que se trata de que, al cabo de ese tiempo, un solicitante sepa que si puede quedarse en Francia con el estatuto de refugiado, y en ese caso recibirá cursos de francés y de formación para integrarse. Si no lo consigue tendrá que salir del país.
“Hay que decir a esa gente que su futuro está en sus países”, indicó en referencia a estos últimos.