En las próximas horas, Álvaro Fredy Córdoba Ruiz, el hermano de la senadora electa del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, será notificado de que el gobierno de Estados Unidos formalizó su solicitud de extradición.
Así se lo confirmaron a EL TIEMPO fuentes al interior de la Fiscalía que le notificarán a Córdoba el procedimiento en su celda del pabellón de Alta Seguridad B de la cárcel La Picota.
Tal como lo reveló EL TIEMPO, la justicia de Estados Unidos tiene testimonios, audios y grabaciones que demostrarían que Álvaro Córdoba habría incurrido en el delito de conspiración.
Su detención se produjo en Medellín, el 2 de febrero de 2022, cuando salía de una reunión con dos personas que también están siendo investigadas. Una de ellas es Libia Amanda Palacio Mena y el otro Álvaro Alonso Jaramillo, un amigo de niñez de los Córdoba Ruiz.
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Aunque el indictment en su contra permanece sellado en una corte del distrito sur de Nueva York, EL TIEMPO estableció que deberá responder por conspiración en el tráfico de cocaína y armas, delitos vinculados a carteles mexicanos y a las disidencias de las FARC al mando de Gentil Duarte.
Reuniones con Álvaro Córdoba
Aún faltan personas por capturar por este caso, que la senadora electa no duda en calificar como un entrampamiento. Lo que hasta ahora se sabe es que hay evidencia de que al menos por cinco meses Álvaro Fredy Córdoba y los otros implicados sostuvieron contactos y reuniones con una organización criminal que venía siendo investigada por la DEA.
Allegados a los Córdoba aseguran que Palacio Mena dijo que un grupo de inversionistas mexicanos estaba interesado en inyectar capital en tierras, proyectos productivos e incluso a la campaña al Senado de la parlamentaria electa.
Bajo ese argumento dos de los supuestos inversionistas, uno de ellos identificado como Gilberto Flórez, mantuvieron reuniones con Álvaro Córdoba y estuvieron a punto de entregar un maletín con dinero en efectivo el mismo día en que se hicieron las capturas.
Para ese momento, agentes federales ya habían infiltrado a esa estructura que le estaba comprando cocaína a Gentil Duarte y se la estaba pagando con armas. Sobre el tema, Piedad Córdoba ha asegurado que a ella siempre le pareció extraña la oferta de ayuda y por eso se negó a que el día de su cumpleaños, el 25 de enero, los supuestos inversionistas le hicieran llegar un regalo en dinero.
El mercenario
El hilo conductor del caso parece ser Libia Palacio Mena, que asegura que conoció a los mexicanos a través de un par de exmilitares, uno de ellos colombiano. Se trata de Miguel Antonio Grosso Marín, uno de los 18 mercenarios colombianos capturados por el magnicidio del presidente de Hatí, Jovenel Moïse, el 7 de julio de 2021.
Lo que ha llamado la atención de los investigadores es que uno de los mexicanos y Palacio Mena se colaron al acto en el que Piedad Córdoba adhirió al Pacto Histórico y lanzó su campaña. Ese día estuvo presente Gustavo Petro y otros líderes de la izquierda.
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