El Rey de España, Felipe VI, señaló que ante la situación de extrema gravedad en Cataluña, los legítimos poderes del estado deben asegurar el orden constitucional, la vigencia del estado de derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su estatuto de autonomía.
En un discurso a los españoles sobre la crisis en Cataluña, el Rey aseguró que las autoridades de la Generalitat “han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional”, y de una manera clara se situaron al margen del derecho y de la democracia.
Felipe VI ha recriminado que estas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido al conjunto de los españoles, y debido a su conducta “irresponsable” pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y España.
Por lo tanto reconoció que España atraviesa momentos difíciles, y se dirigió al país con un mensaje de tranquilidad, y de manera específica a los catalanes, “son momentos difíciles, pero los superaremos”, aseguró.
En su mensaje institucional, señaló que es consciente de que en Cataluña existía preocupación e inquietud, con la conducta de las autoridades autonómicas.
“A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán. Tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos”, afirmó.
Al conjunto de los españoles, que viven con tristeza los acontecimientos, también les envió un mensaje de tranquilidad, de confianza y de esperanza, “son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos”.
Además el Rey declaró que los principios democráticos de España son fuertes y sólidos, “porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad”.
“Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña”, concluyó.