El líder socialista español, Pedro Sánchez, presentó este lunes al Congreso un programa de gobierno modernizador para lanzar, lo que llamó, una segunda transformación del país, pero sin mencionar el Gobierno de coalición que está negociando con el izquierdista Unidas Podemos.
Sánchez, en su discurso para solicitar la confianza del Congreso como presidente del Gobierno, subrayó en varias ocasiones la urgencia de poner en marcha reformas económicas, tecnológicas, ambientales, educativas y sociales para inscribir a España en la transformación digital global y reducir las desigualdades sociales.
Ante una cámara en la que por ahora no tiene garantizada una mayoría, Sánchez apeló a la responsabilidad y generosidad de todos los partidos para lograr que «España tenga gobierno y no se suma en el bloqueo».
Tras las elecciones del 28 de abril, España tiene un Gobierno en funciones ante la falta de acuerdos hasta ahora para forjar una mayoría parlamentaria.
En su discurso de casi dos horas, Pedro Sánchez no ofreció detalles sobre la situación de las negociaciones que el Partido Socialista (PSOE, 123 diputados sobre 350) mantiene con Unidas Podemos (42 legisladores) para acordar el primer Gobierno de coalición de la historia reciente española.
Fuentes de ambos partidos aseguraron a Efe que todavía no han logrado un acuerdo, con la primera votación sobre Sánchez prevista para mañana, martes.
Jefe del Ejecutivo en funciones, el líder socialista desgranó un plan de gobierno al que definió como progresista, feminista y ecologista: «Un programa para volver a modernizar y a transformar España».
En cuestiones sociales, Sánchez propuso aumentar el salario mínimo; modernizar la legislación laboral para tener en cuenta el impacto de la tecnología en el trabajo; y garantizar el sistema de pensiones públicas y el empleo digno.
«Una economía no puede basar su competitividad en abusos laborales», aseguró.
Sánchez propuso colocar a España «liderando» en Europa la revolución digital, «limitando el poder» de los grandes monopolios tecnológicos y encabezando «la lucha contra el cambio climático» para lo que prevé que el país sea neutro en sus emisiones de carbono hacia 2050.
La consecución de una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres centró otro de los capítulos del discurso de investidura, en el que recalcó que España es un «referente mundial del feminismo».
También propuso legalizar la eutanasia e impulsar medidas de reparación a las víctimas de la guerra civil española (1936-1939)y de la dictadura franquista (1939-1975).
En política exterior, defendió el compromiso de España con la unidad de Europa y el proyecto de una Unión Europea capaz de competir con otras potencias, y señaló que la relación con China es uno de los dilemas estratégicos más importantes.
Sánchez no se refirió directamente al separatismo de Cataluña, pero sí advirtió de que los independentistas de cualquier región van contra la Historia y el proceso de integración europea, que busca derribar las fronteras y no crear otras nuevas.
Si bien no se refirió a las negociaciones con UP para un Gobierno de coalición, sí hizo un llamamiento a esa formación izquierdista destacando «la oportunidad de sacar adelante todo aquello que nos une».
«Nada que merezca la pena es fácil, y lo que tenemos delante merece mucho la pena», recalcó Pedro Sánchez.
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