El deán de Notre Dame, Patrick Chauvet, considera que hay signos de milagros en lo que consiguieron salvar de la estructura y de las obras de la catedral de París, luego de que un incendio afectara el lugar el pasado 15 de abril.
En una entrevista publicada este sábado por Le Parisien, Chauvet recordó que la imagen de la Virgen no resultó afectada a pesar de que todo a su alrededor se vino abajo. También destacó que los muros aguantaron y que todas las capillas y el deambulatorio, así como todas las obras de arte están intactas.
Lo mismo con la cruz victoriosa, el órgano, los rosetones y la corona de espinas, que pudo ser extraída durante el incendio por los bomberos.
El sacerdote confirmó que Notre Dame está salvada, pero también que la prioridad es consolidar las bóvedas porque son el soporte del edificio.
Los primeros trabajos se centraron en tender unas lonas provisionales sobre las bóvedas para protegerlas de la lluvia. En el futuro, el material será sustituido por una especie de «paraguas» que ofrecerá una cobertura estable durante los años de reconstrucción.
Los rosetones no se van a desmontar; sin embargo, se ha procedido a retirar una treintena de vitrales superiores en torno a la nave, que quedarán a resguardo de robos y del fuego.
En las aberturas se instalará en las próximas semanas una plataforma con vigas de 18 metros de largo a más de 30 metros de altura para que los obreros y técnicos puedan trabajar en las bóvedas, que están en situación de fragilidad.
Dicha estructura provisional asentada en los muros de la catedral permitirá que se retire el envigado de roble calcinado por el siniestro.
Según explicaron el viernes los copresidentes del Grupo Francés de Empresas de Restauración de Monumentos Histíricos, Gilles de Laâge y Frédéric Létoffé, harán falta cuatro meses para consolidar Notre Dame.
El presidente francés, Emmanuel Macron, fijó el objetivo de una reconstrucción en cinco años.
La programación dependerá también del concurso internacional de arquitectura que el gobierno francés se comprometió a lanzar para decidir qué habrá en lugar de la aguja que ardió y que provocó el hundimiento del crucero.
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