William Dávila, representante en Austria del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, planteó este miércoles que los países europeos reconozcan a los embajadores designados por el también presidente de la Asamblea Nacional como gesto simbólico para aislar cada vez más a Nicolás Maduro.
Dávila explicó durante una entrevista que entiende la «prudencia» europea en este asunto y que sus funciones están todavía en una fase muy inicial de primeros contactos con el gobierno austríaco, pendiente del nivel de reconocimiento que éste le conceda.
«Todo es una situación bastante inédita, en muchos casos complicada de manejar (…) Por ahora, el tema está siendo muy despacio, y así lo tenemos que mover: hay que ser muy prudentes», precisó el parlamentario.
Admitió lo complejo de la situación actual de Venezuela, pues Maduro sigue ejerciendo el poder, a pesar de que Guaidó fue reconocido como presidente interino por países europeos y americanos.
Dávila espera que la cuestión se resuelva pacíficamente, a pesar de la represión de Maduro, que impidió la entrada de ayuda humanitaria internacional el sábado pasado, con ayuda de «hordas criminales armadas», según Dávila.
«Es el uso de la fuerza, pero ya ni siquiera la fuerza organizada. Lo que esperamos ver en los próximos días es cada vez más esta actuación», explicó.
Consideró que Maduro no es el presidente del país porque las elecciones presidenciales de mayo de 2018 fueron «fraudulentas», así que debe terminar su «usurpación» para que un gobierno «constitucional de transición», el de Guaidó, convoque elecciones.
«La ayuda internacional de los países vecinos, de todas las democracias más importantes del mundo -indicó- es esencial porque, si no tenemos esa presión constante, no hay otra forma. Ha habido mucha presión en este sentido en los países vecinos, donde se ha empezado a reconocer los embajadores. En Europa, es algo que todavía está en fase de discusión, pero es una cosa simbólica que debería ser interesante que suceda y empezar, de alguna forma, a aislar cada vez más al régimen», planteó Dávila.
Sobre una posible contradicción de los gobiernos europeos reconocieran a un embajador de Guaidó y mantuvieran a otro de Maduro, Dávila señaló que se trata de una situación inédita.
«Por lo tanto, entiendo la prudencia y, claro, mi deseo es que toda la situación se regularice y que más pronto que tarde podemos encargarnos de las diferentes embajadas para pasar a lo que va a ser lo importante, reconstruir el país», indicó.
Según Dávila, «todas las opciones están sobre la mesa, aunque suene mal». Pero matizó que «nadie está pensando en invasiones ni nada de esto, que es algo superado».
Opinó que todavía falta la implicación de la ONU, aunque reconoció que la Secretaría General tiene una posición compleja y ha de manejarse entre dos aguas: «No es tan fácil hacer una declaración por el presidente Guaidó tan clara», dijo Dávila.
En el Consejo de Seguridad, China y Rusia tienen intereses importantes en Venezuela y, de alguna manera «temen por ellos».