Los aeropuertos de París registraron retrasos en sus vuelos de hasta más de una hora este miércoles por los problemas que el temporal de nieve causó en los accesos, lo que dificultaba la llegada de trabajadores y viajeros.
Un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) explicó a EFE que en el aeropuerto de Orly los retrasos eran de una hora, mientras en Charles de Gaulle tardaban de 15 a 20 minutos.
El portavoz insistió en que durante la pasada noche se había limpiado la nieve de las pistas, de forma que ahí no había problemas para mantener la cadencia de despegues y aterrizajes, aunque hacía falta más tiempo para quitar el hielo que se formaba en algunas partes de los aviones.
En el aeropuerto de Beauvais, a 80 kilómetros al oeste de París, utilizado por varias compañías de bajo coste, los problemas venían de la prohibición que se había establecido a la circulación de los autobuses que conectan con la capital francesa, y que son los que transportan a buena parte de los pasajeros.
La nevada que cayó en la región de la capital francesa seguía provocando serios problemas en el tráfico rodado, después del récord de 730 kilómetros de atascos acumulados ayer al caer la noche.
Más de 900 vehículos continuaban a primera hora de la tarde bloqueados en la carretera nacional RN118, al este de París.
La ministra de transportes, Elisabeth Borne, pidió a los automovilistas, en una comparecencia ante la prensa, que evitaran, en lo posible, utilizar el carro privado y que si se tenían que desplazar recurrieran al transporte público.
Afirmó que las 70 máquinas que hay en Ile de France para esparcir sal van a estar trabajando durante todo el día y la próxima noche, en particular porque hay riesgo de que se formen placas de hielo.
Los camiones, que tenían prohibida la circulación desde ayer en toda la región de París, fueron autorizados a partir de mediodía a volver a retomar la ruta, pero sólo por los ejes principales y hasta las 17.00 locales (16.00 GMT).
Prácticamente ningún autobús circuló durante esta mañana en el área metropolitana de París y hubo numerosos retrasos y anulaciones en los trenes (los de alta velocidad circulaban a velocidades netamente más bajas por los riesgos que entraña la nieve y el hielo).
Los servicios meteorológicos seguían manteniendo esta tarde una decena del centenar de departamentos del país en alerta por la nieve y el hielo, incluidos los ocho de la región Ile de France.
Las precipitaciones de nieve que se produjeron desde ayer en una amplia banda del norte de Francia llegaron a acumular espesores de hasta 30 centímetros en la ciudad de Chartres, 15 centímetros en el aeropuerto de Orly o 12 centímetros en París, la mayor acumulación registrada desde 1987.
Los servicios meteorológicos indicaron que esta tarde van a continuar las nevadas en esas regiones, aunque en débil cantidad, y que se espera entre uno y tres centímetros suplementarios en Borgoña, en el centro del país.
El principal problema es que el frío hace que la nieve caída se va a convertir en hielo, lo que hace presagiar que prosigan las dificultades en las carreteras.
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