La delegación de europarlamentarios que fueron expulsados de Venezuela, luego de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, se negó a que los tres funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que los custodiaban les requisaran los teléfonos móviles o les registraran el equipaje en busca de drogas.
Cuando los europarlamentarios llegaron al aeropuerto fueron llevados a una sala en donde les retiraron sus pasaportes, y de ahí fueron conducidos a otra habitación, en la que estuvieron acompañados por los embajadores de España, Holanda y la Unión Europea, y custodiados por tres policías, indicó a Efe Gabriel Mato, eurodiputado del PP.
La delegación, en la que figuraba el eurodiputado del PP Esteban González Pons, viajó a Venezuela por invitación oficial de la Asamblea Nacional y su intención era reunirse con Juan Guaidó, presidente interino del país.
González Pons aseguró que los diplomáticos se bajaron del avión con todos los papeles en regla y lamentó que, sin ningún documento explicativo, les comunicaron que los iban a expulsar del país y señaló que les revisaron sus teléfonos y les intentaron borrar lo que tenían grabado.