La llegada de Claudia López, la candidata de los Verdes, a la alcaldía de Bogotá con más de 1 millón 100 mil votos, es sin duda el hecho más representativo de estas elecciones regionales.
López se convirtió en la primera mujer elegida para el segundo cargo de elección popular más importante del país con un discurso fuertemente centrado en la lucha contra la corrupción y contra todas las formas de discriminación.
Pero en análisis de las cifras de este domingo revela hechos políticos que no tienen menos importancia. En todo el país hubo un notorio predominio de las opciones de centroizquierda y, por ende, una derrota de los partidos de centro derecha, empezando por el Centro Democrático, el partido de Gobierno. Así lo reconoció el propio expresidente Álvaro Uribe en sus redes sociales.
Uribe perdió en Bogotá, donde el candidato que apoyó su partido, el exsecretario de Gobierno Miguel Uribe, fue superado incluso por Holman Morris, del petrismo.
Pero su derrota más dolorosa ocurrió en Medellín, donde el independiente Daniel Quintero Calle derrotó por más de 50 mil votos a Alfredo Ramos, la ficha del Centro Democrático que es, además, hijo del exgobernador y exembajador Luis Alfredo Ramos. En la campaña Uribe la empredió directamente contra Quintero, pero no le alcanzó. Es la segunda vez consecutiva que el candidato del ex presidente es derrotado en Medellín, considerada la capital donde tiene mayor caudal político.
Uribe tampoco logró la gobernación de Antioquia, donde su candidato Andrés Guerra era uno de los más opcionados. El ex alcalde de Medellín Aníbal Gaviria, con 781 mil votos, se quedó con el cargo. En Meta, Cesar y La Guajira, donde el Centro Democrático había hecho fuertes apuestas, también fue derrotado.
En Magdalena la izquierda se anotó uno de sus triunfos más importantes. Allá el exalcalde de Santa Marta Carlos Caicedo superó ampliamente a Luis Miguel Cotes, ficha de la poderosa familia Cotes y apoyado por el Centro Democrático, los conservadores, los liberales y Cambio Radical.
Caicedo también derrotó a los caciques en Santa Marta con su candidata Virna Johnson Salcedo, quien literalmente barrió por más de 100 mil votos a Juan Carlos Palacio.
En Atlántico, como estaba casi cantado, logró la gobernación Elsa Margarita Noguera, quien casi triplicó a Nicolás Petro, el hijo de Gustavo Petro. En Barranquilla, la casa Char también logró que su candidato, Jaime Alberto Pumarejo, se quedara con la alcaldía. Le sacó 235 mil votos al segundo, Antonio Eduardo Bohórquez, candidato del Polo.
En Cali, triunfó otra alianza de centro izquierda liderada por los Verdes: la de Jorge Iván Ospina, quien repite alcaldía. Le sacó 87 mil votos a Roberto Ortiz Urueña, ‘el chontico’, quien venía apoyado por una coalición.
En el Valle, la saliente gobernadora Dylian Francisca Toro tiene heredera: Clara Luz Roldán González, exfuncionaria de su administración, barrió a la exministra de Trabajo Griselda Janeth Restrepo. Le sacó 682 mil votos.
Entre los ‘palos’ de la jornada estuvo la derrota del polémico Yahír Acuña en Sucre, donde el liberal Héctor Olimpo Espinosa Oliver se quedó con la gobernación (le sacó 60 mil votos a Acuña); Cartagena, donde el independiente William Jorge Dau Chamatt le ganó al candidato de las poderosas casas políticas de la ciudad, William García Tirado.
En el departamento de Bolívar, sin embargo, sí ganaron los caciques tradicionales: Vicente Blel Scaff, hijo del exsenador condenado por la parapolítica del mismo nombre, le sacó casi 48 mil votos al segundo, Hernando José Padui. Los escándalos no menguaron la campaña del polémico aspirante.