El Parlamento de Brasil aprobó este viernes una profunda reforma tributaria que simplifica el cobro de impuestos a empresas y consumidores, en una decisión histórica después de más de 30 años de discusiones en el Poder Legislativo.
La Cámara de Diputados respaldó, en dos votaciones y por una mayoría cualificada de más de dos tercios, la propuesta que implementa un nuevo sistema tributario basado en el Impuesto de Valor Agregado (IVA).
El texto, que tramitó como enmienda constitucional, ya recibió previamente el aval del Senado.
Como no fue modificado en la Cámara Baja, el proceso parlamentario concluyó y ahora se procederá a la promulgación del proyecto para su entrada en vigor, que se realizará de forma gradual a lo largo de la próxima década.
Su aprobación definitiva supone una victoria para el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que desde que asumió el poder, el 1 de enero, impulsó las negociaciones para sacar adelante una reforma que lleva en discusión desde la redemocratización, en 1985.
Brasil enterrará así el actual y complejo modelo tributario, que es de la década de 1960, y pasará a tener uno nuevo cimentado en el concepto del IVA, usado por más de un centenar de países y con el que espera reducir la burocracia y favorecer el crecimiento económico.
Según un informe del Banco Mundial, una empresa brasileña emplea hoy cerca de 2.000 horas al año para pagar tributos mientras que la media en el resto del mundo es de unas 200 horas.
Un IVA que puede llegar al 27% en Brasil
Eso sí, en Brasil el IVA será dual, es decir, se subdividirá en dos en función del ente que lo recauda.
De esta forma, se eliminarán cinco tributos para dar lugar a la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS), cuya recaudación irá al gobierno federal; y al Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS), que irá a las administraciones regionales y municipales.
Una ley complementaria reglamentará estos dos nuevos impuestos y los valores de cada uno, con la previsión de que se alcance un porcentaje final de entre el 25 % y el 27 %, según cálculos oficiales.
De confirmarse, Brasil podría tener unos de los IVA más altos del mundo.
Sin embargo, algunas actividades tendrán una reducción del 60 %, como educación, salud, transporte de pasajeros, productos e insumos agropecuarios y producciones artísticas, entre otras.
La canasta básica, exenta
Además, el proyecto exenta de impuestos a los productos de la canasta básica, e instituye también un nuevo tributo a los artículos perjudiciales para la salud o el medioambiente, como el tabaco y el alcohol.
La industria automotriz tendrá un régimen especial y se mantendrán de forma temporal los beneficios fiscales para la Zona Franca de Manaus.
«No solo estamos simplificando, sino también eliminando la fiscalidad acumulada. También estamos aportando transparencia a nuestro país porque hoy los ciudadanos no saben cuántos impuestos pagan». Así lo dijo el relator de la propuesta, el diputado Aguinaldo Ribeiro, que calificó el momento de «histórico».
El gobierno sostiene que el nuevo sistema puede generar un crecimiento adicional del producto interior bruto (PIB) de poco más que un punto anual, pues se espera que reduzca considerablemente los costes de las empresas.
«Creo que hoy es un día importante para Brasil porque hace 40 años que se habla de una reforma tributaria», señaló a los periodistas el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, al término de la primera de las dos votaciones.