El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió al Congreso que recorte la ayuda a Latinoamérica pero que permita al Departamento de Estado reservar 500 millones de dólares para «responder a la crisis» en Venezuela y «apoyar una transición democrática», en la propuesta presupuestaria presentada este lunes.
El Gobierno difundió hoy su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2020 (de octubre de 2019 a septiembre de 2020), que es más bien una declaración de prioridades, ya que apenas cuenta con posibilidades de salir adelante en un Congreso dividido, donde los republicanos controlan el Senado y los demócratas la Cámara de Representantes.
El plan incluye un recorte de 23% para el Departamento de Estado y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), que ahora cuentan con 52.000 millones de dólares aprobados por el Congreso y a los que Trump desea destinar 40.000 millones de dólares en 2020.
En una carta dirigida al Congreso, el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, explicó que su departamento necesita los «recursos apropiados» para cumplir sus objetivos, entre los que incluyó «apoyar a la gente de Venezuela contra la tiranía».
Por eso, según detalla el Departamento de Estado en un comunicado, el Ejecutivo se reserva la capacidad de transferir hasta 500 millones de dólares de otros fondos para «responder a la crisis» en Venezuela o «apoyar una transición democrática» en ese país.
Si el presupuesto fuera aprobado por el Congreso, la oficina del Departamento de Estado dedicada a Latinoamérica sufriría un recorte de casi 27%, puesto que ahora cuenta con 158 millones de dólares y Trump ha solicitado solo 116 millones.
El mandatario estadounidense ha amenazado en varias ocasiones con recortar la ayuda al Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala), pero su plan presupuestario incluye cantidades muy similares a las solicitadas el año pasado, aunque el Congreso acabó aprobando más fondos para todos esos países.
En concreto, en la partida para programas económicos, el Gobierno pide 45 millones para El Salvador (un 18 % menos de lo que aprobó el Congreso); 65,6 millones para Guatemala (casi un 30 % menos de los fondos actuales); y 65 millones para Honduras, lo que supone la misma cantidad que solicitó Trump, pero un 13% menos de lo que acabó aprobando el Legislativo.
A los fondos para cada país deben sumarse las cantidades dedicadas a los programas de seguridad, democracia y lucha contra el narcotráfico o inmigración, entre otros.
Esta vez, Trump ha solicitado más ayuda para la lucha contra las drogas en Latinoamérica: este año ha pedido 484 millones frente a los 390 millones de dólares del año pasado.
Casi la mitad de esos fondos (209 millones de dólares) irían a parar a Colombia, que actualmente cuenta con 143 millones de dólares.