Los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte acordaron nuevas iniciativas para reforzar la alianza, como la creación de cuarteles y el despliegue de una misión de formación de las fuerzas iraquíes, a pesar de los desacuerdos que persisten entre Estados Unidos y los aliados en torno al gasto militar.
“Hemos tenido discusiones, tenemos desacuerdos pero, lo más importante, tenemos decisiones que impulsan esta alianza hacia adelante y nos hacen más fuertes. En la historia de la OTAN hemos tenido muchos desacuerdos y hemos sido capaces de superarlos una y otra vez”, dijo el secretario general, Jens Stoltenberg, al término de la primera jornada de la cumbre en Bruselas.
Stoltenberg reconoció que siguen las diferencias entre aliados, después de que el presidente Donald Trump reiteró a su llegada lo injusto que es, en su opinión, que Estados Unidos sea el que asuma más carga financiera en la organización, mientras que la mayoría de Estados miembros aún están lejos de cumplir con el objetivo de gastar 2% de su PIB en defensa para 2024. La previsión es que sean ocho los socios que logren la meta este año.
Los líderes de la OTAN concluyeron su cumbre con una reunión con sus pares de Ucrania y Georgia y los miembros de la misión en Afganistán, a cuyas fuerzas de seguridad prevén financiar más allá de 2020.