El juez conservador Brett Kavanaugh, propuesto para la Corte Suprema por el presidente de Estados Unidos Donald Trump, aseguró que está listo para defenderse en el Senado de las acusaciones de agresión sexual que pesan sobre él.
Christine Blasey Ford, profesora universitaria de psicología de 51 años, afirmó haber sido atacada una noche a principios de la década de 1980 por Kavanaugh, cuando estaban en un bachillerato en los suburbios de Washington.
«Estoy listo para hablar con el Comité Judicial del Senado, para refutar estas acusaciones sobre hechos que datan de hace 36 años y defender mi integridad», señaló el magistrado en una breve declaración difundida por la Casa Blanca.
Al denunciar las acusaciones como «completamente falsas», el magistrado aseguró que «nunca había hecho algo así» ni a su acusadora ni a nadie más.
Está previsto que el comité del Senado vote el jueves la confirmación de Kavanaugh, antes de la votación final del pleno que podría ser a finales de septiembre. Pero ante las acusaciones ya varios congresistas han dicho que quizás sería mejor aplazarla hasta que se conozcan más detalles de la acusación que pesa sobre el juez conservador.
Poco antes de la declaración del juez, la mujer dijo a través de su abogado que también está lista para testificar ante el comité judicial del Senado.
En una entrevista, Christine Blasey Ford narró en detalle al The Washington Post la noche en la que afirma haber sido víctima de una agresión sexual.
Los republicanos, que cuentan con una estrecha mayoría (51 contra 49 votos) en el Senado, tienen la última palabra sobre los candidatos designados por el presidente de Estados Unidos. Los intereses políticos son enormes.
De ser confirmado por el senado, Kavanaugh podría inclinar la balanza a favor de los conservadores por al menos una generación en la Corte Suprema, que tendría que decidir sobre varios asuntos que dividen profundamente a la sociedad estadounidense.
Christine Blasey Ford, profesora de la Universidad de Palo Alto, acusa a Kavanaugh, de 53 años, de haberla agredido sexualmente durante una fiesta hace casi cuatro décadas, cuando este último, entonces estudiante de un liceo a las afueras de Washington, estaba «completamente ebrio».
Ford había detallado las acusaciones contra Kavanaugh en cartas confidenciales a su congresista y luego a la senadora por California Diane Feinstein, la demócrata de mayor rango en el Comité Judicial de la cámara alta.
Ahora, dijo a The Washington Post en una entrevista difundida el domingo, había decidido salir a la luz pública porque sentía que su «responsabilidad cívica» estaba «superando» su «angustia y terror por las represalias» después de que los detalles básicos de la historia surgieran en los medios estadounidenses la semana pasada.
Ford, que está registrada como demócrata, le dijo al diario que el hecho sucedió un verano de principios de la década de 1980, cuando Kavanaugh y un amigo, que estaban «tambaleándose ebrios», la arrinconaron en una habitación durante una fiesta de adolescentes en una casa en el condado de Montgomery, un suburbio de Washington.
Kavanaugh la inmovilizó en una cama mientras su amigo observaba, dijo la mujer, y luego la manoseó mientras intentaba quitarle el traje de baño de una pieza y la ropa que tenía encima. Cuando ella intentó gritar pidiendo ayuda, Kavanaugh puso su mano sobre su boca.
«Pensé que podría matarme sin querer», dijo Ford, que ahora tiene 51 años y vive en el norte de California. «Estaba tratando de atacarme y quitarme la ropa», agregó.
Dijo que finalmente pudo escapar cuando otro de los compañeros de clase de Kavanaugh en su prestigiosa escuela privada, Mark Judge, saltó encima de ellos.
En ese momento los tres cayeron al piso y la mujer pudo salir de la habitación, primero, para encerrarse brevemente en un baño antes de huir de la casa. Añadió que no le había contado a nadie sobre el ataque hasta 2012, cuando lo mencionó durante una terapia para parejas con su esposo.
Las notas del terapeuta de la época, vistas por el Washington Post, no mencionan a Kavanaugh por su nombre, pero se hacen eco del reclamo describiendo un ataque de estudiantes »de una escuela elitista de varones» que se convirtieron en «miembros muy respetados y de alto rango en la sociedad de Washington».
Las notas subsiguientes describen el ataque como un «intento de violación».
Trump se muestra confiado
Por su parte, Trump se dijo confiado el lunes en que su candidato a la Corte Suprema de Justicia será confirmado en el cargo a pesar de las acusaciones de agresión sexual que amenazan su nominación.
«Estoy seguro de que todo va a estar bien», dijo Trump en la Casa Blanca, señalando que la votación podría retrasarse «un poco», y lamentando que las acusaciones, que se remontan a la década de 1980, no se hayan discutido antes.