El club de golf de Donald Trump en Nueva Jersey ha empleado a inmigrantes indocumentados, pese a que el presidente denuncia todo el tiempo la inmigración ilegal e insiste en que los empleos deben otorgarse a estadounidenses, informó el jueves el diario New York Times.
La guatemalteca Victorina Morales, de 45 años de edad, es una mucama en el Trump National Golf Club en Bedminster desde el año 2013, cuando fue contratada luego de presentar documentos falsos. Sus tareas incluyen hacer la cama de Trump cuando éste se aloja allí y limpiar su baño, informó el Times.
Ella y la ex empleada Sandra Díaz, de 46 años, que actualmente es una residente legal, dijeron al Times que en el club hay otros trabajadores indocumentados, y que los supervisores han tomado medidas para evitar que sean detectados y puedan mantener sus empleos.
El Times dijo que no hay pruebas de que Trump o ejecutivos de su empresa familiar, la Organización Trump, estuviesen al tanto del estatus migratorio de los empleados.
«Tenemos decenas de miles de empleados en nuestras propiedades y tenemos prácticas de contratación muy estrictas», dijo un portavoz de la organización a AFP.
«Si algún empleado presentó documentación falsa en un intento de evadir la ley, serán despedidos inmediatamente», añadió.
Diaz recordó que, en el año 2012, Trump se enojó porque una de sus camisas de golf, supuestamente limpia, tenía manchas naranjas en el cuello, que la mucama atribuyó a su maquillaje.
Tanto Diaz como Morales describieron al presidente como exigente pero amable, a veces distribuyendo propinas de 50 o 100 dólares.
Morales, que gana 13 dólares la hora, dijo que los empleados estaban crecientemente molestos por la retórica negativa de Trump sobre los inmigrantes hispanos y dijo que un supervisor los trataba de «inmigrantes ilegales estúpidos».
«Estamos cansados del abuso, los insultos, de la manera en que habla de nosotros cuando sabe que estamos aquí ayudándolo a hacer dinero», dijo al Times.
«Sudamos para atender cada una de sus necesidades y tenemos que aguantar sus humillaciones», se quejó.
Poco después del inicio de su campaña presidencial, varios empleados sin papeles fueron despedidos. «Mucha gente se fue», dijo Morales.
El Times informó que la mucama ha solicitado el asilo y estudia presentar una demanda por discriminación y abuso en el lugar de trabajo.
La fuerza laboral civil estadounidense incluye a 7,8 millones de inmigrantes sin papeles, según el Centro de Investigación Pew.