Las familias que sean detenidas cruzando de manera irregular la frontera sur de Estados Unidos serán monitoreadas con un grillete electrónico y estarán sujetas a un toque de queda mientras las autoridades estudian sus casos.
El gobierno tomará esta medida con el fin de asegurarse de que las familias se presenten a las entrevistas con un motivo creíble para determinar si tienen un caso para presentar una petición de asilo, indicó el miércoles el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) en un comunicado.
Las familias que reciban una respuesta negativa después de haberse presentado a la entrevista serán deportadas en un plazo de 30 días, indicó el comunicado.
Este nuevo programa del gobierno estadounidense solo aplica a las familias que provengan de países a los que existan vuelos de deportación y que residan en Newark, Washington, Baltimore y Chicago, según informó el diario L.A. Times.
Estados Unidos está «comprometido con imponer mayores consecuencias a quienes crucen de manera irregular (la frontera) de una manera humana y segura», dijo Corey A. Price, funcionario de alto rango de ICE.
El gobierno del presidente Joe Biden se prepara durante estos días para el levantamiento del Título 42, una norma sanitaria que permite las expulsiones en caliente de migrantes en la frontera.
A partir de este jueves, entrarán en vigor mayores restricciones para quienes crucen de manera irregular en la frontera, que incluyen la posible deportación y la prohibición a la entrada a Estados Unidos por cinco años.