Los esfuerzos para rescatar sobrevivientes de Dorian se redoblaron este miércoles en las Bahamas, con apoyo de Estados Unidos y Reino Unido, en medio de la gran devastación que causó el huracán en este archipiélago del océano Atlántico.
Los bahameños utilizaban jet skis y botes para retirar a las personas atrapadas en sus casas inundadas y destrozadas por las intensas lluvias y vientos de uno de los ciclones más potentes de los que se tenga registro.
La Guardia Costera estadounidense y la Marina Real británica se sumaron a los equipos de rescate con helicópteros, conduciendo evacuaciones médicas y evaluaciones aéreas, para ayudar a coordinar los esfuerzos de alivio, así como vuelos de reconocimiento para evaluar los daños.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, IFRC, dijo estar preparando «un gran esfuerzo de emergencia» para aliviar la situación de aproximadamente 70.000 personas afectadas por el ciclón en Gran Bahama y en las islas Ábaco.
Cerca de «70.000 personas necesitan ayuda inmediata» en las islas Bahamas tras el paso de Dorian, señaló el secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock.
Lowcock, anunció que la organización desbloqueó 1 millón de dólares para proporcionar alimentos, agua, refugios y medicamentos a los afectados.
Hasta el momento se informó de siete fallecidos, pero las autoridades bahameñas prevén que la cifra aumente.
El primer ministro Hubert Minnis calificó la situación de «una de las mayores crisis en la historia» del país.