MUNDO

Detenido por más de 300 muertes en secta de Kenia falleció en custodia policial

por Avatar EFE

La Fiscalía de Kenia informó este miércoles del fallecimiento bajo custodia policial de un sospechoso relacionado con la muerte de más de 300 presuntos miembros de una secta cristiana que ayunaron hasta morir para verse con Jesucristo.

Joseph Juma Buyuka perdió la vida hace dos días, mientras recibía tratamiento médico en el hospital de la ciudad costera de Malindi (sur) tras haber mantenido una huelga de hambre durante su detención.

«Sospechamos que murió por complicaciones asociadas a la huelga de hambre. Solo podemos esperar a la autopsia para determinar la causa de la muerte», afirmó el fiscal Jami Yamina en una comparecencia ante el tribunal de Shanzu, en la urbe costera de Mombasa (sur).

Otros dos sospechosos, Evans Kolombe Sirya y Frederick Karimi, ingresaron en el hospital en estado grave por la huelga de hambre, añadió Yamina.

Esos hombres forman parte de treinta detenidos en la prisión de Malindi, incluidos el pastor Paul Mackenzie, líder de la secta que presuntamente persuadió a las víctimas para ayunar en el bosque de Shakahola (sur), y su esposa.

336 personas fallecieron y 613 están desaparecidas

Casi todos los muertos de la llamada «masacre de Shakahola» han sido exhumados de tumbas y fosas comunes en ese bosque, excepto unos pocos que murieron en el hospital por su estado grave.

Un total de 336 personas murieron y otras 613 fueron reportadas como desaparecidas, mientras que rescataron a 95 con vida y a otras 36 las detuvieron.

Se espera que empiece hoy la tercera fase de las autopsias de los cuerpos exhumados en Shakahola, un bosque de más de 320 hectáreas.

Las autopsias de más de un centenar de cuerpos evidenciaron que si bien todos mostraban signos de inanición, los cadáveres de al menos tres menores de edad y un adulto tenían también rastros de estrangulación y asfixia.

Las primeras investigaciones de la policía apuntan a que forzaban a los fieles a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo.

Hace una semana, Paul Mackenzie, junto con su mujer y otros veintiocho sospechosos, comparecieron ante el tribunal de Shanzu.

El presidente de Kenia se disculpó

A petición de la Fiscalía, el juez Yusuf Shikanda ordenó el traslado de Mackenzie y el resto desde comisarías de policía a la cárcel de Malindi, donde permanecen en prisión preventiva.

La Fiscalía hizo la solicitud por la debilidad de algunos sospechosos (uno ni siquiera pudo tenerse en pie en el tribunal) que secundaron una huelga de hambre bajo custodia policial, de forma que en la cárcel sean forzados a comer y se evite el riesgo de muerte.

Quienes no han dejado de alimentarse son Mackenzie y uno de sus asistentes, según la información aportada en el tribunal.

El presidente de Kenia, William Ruto, pidió el 14 de mayo disculpas en nombre del gobierno por no haber podido impedir las muertes.

Mackenzie, bajo custodia policial desde el 14 de abril, lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas).

Extaxista, el pastor ya fue detenido en marzo después de ser acusado de la muerte de dos niños en circunstancias similares, pero obtuvo la libertad bajo fianza.