La Guardia Civil española detuvo a un hombre reclamado por Perú por traficar e introducir en España aves protegidas, como tucanes y otras especies amenazadas.
A este hombre, de 56 años de edad y nacionalidad española, se le atribuye un delito contra el medioambiente por el tráfico ilegal de especies.
Historia que data de 2016
En junio de 2016, el hombre trató de transportar hasta 22 especies distintas de aves protegidas ocultas en el equipaje desde Perú, informó este martes la Guardia Civil.
Las autoridades peruanas lo arrestaron y le prohibieron salir del país. Igualmente ocurrió con el cabecilla de la red para que la trabajaba.
Reincidencia
Pero el hombre, identificado por sus siglas A. S. O., volvió a España. Perú lanzó a través de Interpol una notificación roja para su captura y juicio en su territorio.
El Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil localizó al reclamado en Logroño, donde fue aprehendido el pasado 19 de septiembre, aunque el arresto no fue anunciado hasta este martes. El detenido ha sido puesto ya a disposición judicial.
Operación Suzaku
Gracias a esa operación de Perú, la Guardia Civil puso en marcha la operación Suzaku, que culminó en noviembre de 2017 con la detención de 29 integrantes de una organización criminal, a la que pertenecía el ahora detenido, y dedicada a la introducción ilegal en España de aves y huevos adquiridos en diversos países de África y Latinoamérica.
También se confiscaron unas 2.000 aves y se desmanteló una red criminal que pudo obtener unos beneficios superiores al medio millón de euros con esa actividad.
Las aves
La red la encabezaba R. G. M., un español reincidente en esa actividad, y para el que trabajaban varias mulas.
Una de las más activas era A. S. O., quien se encargaba de llevar pájaros de especies que allí son no habituales, como canarios o jilgueros. Sus rutas incluían itinerarios desde España a Perú, México y otros países latinoamericanos y africanos.
De vuelta a España, facturaba su equipaje con aves exóticas y protegidas en esos países, como tucanes y otras que se cotizan a precios muy altos entre coleccionistas europeos de alto poder adquisitivo.
Un tucán cuesta en esos países una mínima cantidad y puede venderse en Europa por 3.000 euros.
La operación está considerada como una de las más importantes coordinadas por Europol y en la que se mantuvo una estrecha colaboración con México, al existir gran cantidad de países de África y Latinoamérica afectados.